Comercios y tecnológicas ‘calientan motores’ ante la inminente entrada en vigor de la directiva europea de pagos PSD2
El 13 de enero entra en vigor la directiva Payment Services Directive 2, que posibilitará a comercios y empresas tecnológicas acceder a información bancaria de sus clientes (con previo consentimiento de este) sin la intermediación de los bancos.
Cuenta atrás para la primera fase de la nueva directiva europea de pagos. El próximo 13 de enero entrará en vigor la Payment Services Directive 2 (PSD2), que dará un espaldarazo a las nuevas compañías tecnológicas especializadas en el sector financiero. La directiva, cuya aplicación será efectiva dieciocho meses después de ser aprobada por el Parlamento Europeo, permitirá a grandes comercios y empresas tecnológicas acceder a información bancaria sin la intermediación de los bancos (y con el previo consentimiento del cliente).
La nueva directiva posibilitará también que los consumidores transfieran fondos, comparen productos y administren sus cuentas fuera del entorno bancario. Asimismo, se espera que la PSD2 aumente la competencia, la innovación y la transparencia en el mercado de pagos europeos, así como mejorar la seguridad de las transacciones en Internet y el acceso a las cuentas, según el informe Open Banking elaborado por Accenture.
Del estudio de la consultora se desprende que aproximadamente uno de cada tres comercios podrá conectarse directamente con el banco para obtener información del consumidor e iniciar pagos, lo que obligará a las entidades bancarias a brindar acceso a terceros proveedores. Se estima que, a partir de 2019, el 90% de los comercios podrán realizar esta función.
Tal y como asegura Fernando Rufilanchas, director general de servicios financieros de Accenture en España, Portugal e Israel, la apertura de redes “supondrá una gran oportunidad para los bancos para reposicionar la cuenta bancaria en el corazón de los pagos, iniciando pagos en cuentas desde el propio comercio como método alternativo a la tarjeta de crédito”.
Los pequeños comercios, por su parte, tendrán la posibilidad de crear su propio instrumento de pago o asociarse con un tercero que ofrezca este tipo de servicios. Por otra parte, la nueva directiva también permitirá crear sinergias entre comercios y las propias entidades bancarias, que optarán por ofrecer servicios más competitivos ante el auge de las fintech.
Este será el caso de las interfaces de programación de aplicaciones (API), a través de las que los bancos podrán ofrecer préstamos en el punto de venta o verificación de identidad a través de terceros, entre otros. Según Accenture, el 74% de los comercios tiene previsto usar estas APIs para adaptar sus productos, el 53% prevé iniciar pagos directamente con los bancos para negociar las tarifas de transacción, mientras que un 51% podría generar ofertas y descuentos en base al comportamiento de compra de sus clientes.