La Comisión Europea cede y concede una mayor flexibilidad para fabricantes de coches ante objetivos de emisiones

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La Comisión Europea cede y concede una mayor flexibilidad para fabricantes de coches ante objetivos de emisiones

Ursula von der Leyen propondrá una enmienda que otorga tres años a los fabricantes de automóviles para cumplir los nuevos objetivos de emisiones de CO2.

Descripción

Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, propondrá a finales de este mes una enmienda que otorgará a los fabricantes de automóviles un periodo de tres años para cumplir con los nuevos objetivos de emisiones de dióxido de carbono. Este cambio busca ofrecer mayor flexibilidad a las empresas, que, según la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), podrían enfrentar multas por incumplimientos que ascenderían a 15.000 millones de dólares, lo que podría agravar la crisis que enfrentan algunos grupos autóctonos ante la competencia de marcas chinas en el sector de coches eléctricos.

Von der Leyen ha manifestado: "Propondré una enmienda a la normativa de estándares de emisiones de dióxido de carbono este mes. En vez del cumplimiento anual, las empresas tendrán tres años. Los objetivos son los mismos, deben cumplirlos, pero supone un mayor respiro para la industria, significa también más claridad, sin cambiar los objetivos acordados". Sin embargo, la propuesta debe recibir la aprobación tanto del Parlamento Europeo como del Consejo de la Unión Europea. La presidenta confía en que este proceso se realice con rapidez, ya que, como ha declarado, "sólo tiene sentido si se acuerda con rapidez".

Esta medida ha sido objeto de críticas por parte de organizaciones como Transport & Environment, que sostienen que su aprobación podría contribuir a ralentizar el crecimiento de las ventas de coches eléctricos. Según esta organización, el objetivo actual de emisiones de dióxido de carbono para 2025 es alcanzable para los fabricantes europeos, que tienen hasta finales de año para cumplir con él. Al extender el plazo de cumplimiento a tres años, los fabricantes podrían experimentar menos presión para desarrollar modelos más asequibles, como el Renault R5 y el Citroën ë-C3, diseñados para cumplir dichas metas.

William Todts, director ejecutivo de Transport & Environment, enfatiza que "el debilitamiento de las normas de la Unión Europea sobre vehículos limpios beneficia a los rezagados y no hace mucho por la industria automovilística europea, salvo dejarla aún más atrás de China en materia de vehículos eléctricos". Además, advierte que la Unión Europea corre el riesgo de generar incertidumbre perjudicial sobre la transición a vehículos eléctricos en el continente. Por lo tanto, la organización espera un plan de acción que restablezca confianza y posicione nuevamente a Europa y su industria en el camino hacia la fabricación de vehículos 100 % libres de emisiones para 2035.