La economía china muestra señales de debilidad con tendencias deflacionarias
El mercado financiero chino enfrenta una fuerte volatilidad, con el índice MSCI China en caída y preocupaciones sobre la débil economía y el yuan.
El mercado financiero chino experimentó una jornada volátil, con el índice MSCI China cayendo más del 1,5% en la mañana del viernes, lo que lo situó aproximadamente un 20% por debajo de su pico alcanzado en octubre. Sin embargo, al final del día, la caída se moderó y el índice cerró con una disminución del 1,1%.
Las señales de debilidad en la economía china son evidentes, ya que el país muestra tendencias deflacionarias, alcanzando un índice de inflación de solo 0,1% en diciembre respecto al año anterior. Por otro lado, los precios de producción cayeron un 2,3%, marcando el 27º mes consecutivo de descensos. La demanda interna en China parece estar limitada, lo que agrava la preocupación entre los inversores.
El yuan se cotiza a 7,33 contra el dólar, lo que representa su nivel más bajo en años. Esta pérdida de valor de la moneda china se ha visto acompañada por temores de que el nuevo presidente de EE. UU., Donald Trump, pueda imponer aranceles más altos, exacerbando así la debilitada economía china.
Además, la rentabilidad de los bonos del gobierno chino a 10 años ha alcanzado un mínimo histórico de 1,64%, en comparación con más del 4,5% en EE. UU. Esta situación ha hecho que mantener capital en yuan se vuelva menos atractivo para los inversores. La razón detrás del descenso en la rentabilidad de los bonos no está del todo clara, pero podría estar relacionada con una fuga de capital hacia refugios seguros dentro de China o la especulación sobre posibles recortes en las tasas de interés que el país podría implementar para estimular su economía.
En respuesta a estas condiciones desfavorables, la banca central china ha estado interviniendo casi a diario en los mercados, aunque el impacto de estas acciones aún no está claro. La incertidumbre sobre cómo la administración china abordará estos desafíos sigue presente, lo que genera un ambiente de cautela entre los inversores.