El Ayuntamiento de Barcelona trabaja en un marco que regule los servicios de vehículos compartidos
El Consistorio ha analizado el cada vez más creciente sector de la movilidad compartida y ha detectado las oportunidades a aprovechar y los riesgos a combatir.
Barcelona quiere poner orden en el campo de la movilidad compartida. El Ayuntamiento de la ciudad catalana se ha puesto manos a la obra para crear un marco normativo que regule los servicios de vehículos compartidos. La decisión del Consistorio se produce ante el aumento de las compañías que ofrecen esta clase de transporte.
Desde el Ayuntamiento han analizado el papel que juega el vehículo compartido en el entramado de la urbe barcelonesa y han identificado a quince empresas que operan en la ciudad ofreciendo este tipo de servicio.
Entre las ventajas detectadas por el consistorio se encuentra su aportación a la movilidad sostenible, la reducción de vehículos propios, la disminución de la contaminación y la gestión del aparcamiento.
Como puntos negativos, desde el Ayuntamiento han identificado la ocupación del espacio público, la dificultad de la rotación y la alerta en la seguridad viaria como objeciones a solucionar. Por ello, desde los despachos que dirige Ada Colau consideran necesario un marco regulatorio que minimice estos impactos negativos.