España calienta el terreno para afianzarse como ‘hub’ de ‘start ups’ gracias a Barcelona

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España calienta el terreno para afianzarse como ‘hub’ de ‘start ups’ gracias a Barcelona

España escala posiciones año tras año como hub de empresas emergentes, pero continúa a las puertas del top 20 global. Entre inversiones y exits, sólo en la capital catalana se movieron un total de 1.200 millones de euros en 2016.

Descripción

España se prepara para una carrera de fondo: entrar en el top 20 de los principales hubs de start ups del mundo. La distancia a recorrer es larga y aún queda mucho camino por delante, pero el mercado español ya ha empezado a calentar el terreno para erigirse como cuna de empresas emergentes y, para lograrlo, ha optado por concentrar su actividad en Barcelona.

Así se desprende del informe Global Startup Ecosystem Report 2017, elaborado por Startup Genome, donde Barcelona aparece como uno de los crecientes focos de emprendimiento de Europa, acompañando a ciudades como Frankfurt, Helsinki, Jerusalén, Moscú o Lisboa, y países como Estonia y Malta.

Su poder de atracción como polo turístico, un Producto Interior Bruto (PIB) de 171.000 millones de euros y una población de más de 5,4 millones de personas en su área metropolitana son algunos de los ingredientes básicos para atraer el impulso emprendedor a Barcelona. Ante tal situación, la capital catalana se ha convertido en el hogar de más de 900 start ups, y las previsiones más optimistas señalan que estas podrían situarse ya en 1.100 empresas.

Barcelona no se consolida sólo como cuna de las start ups españolas, sino que también ha despertado al capital inversor. Uno de los últimos informes elaborados por la fundación Mobile World Capital Barcelona, llamado Startup Ecosystem Overview, cifra la inversión captada por start ups españolas en 2016 en 502 millones de euros.

El mismo estudio señala que las empresas emergentes afincadas en Barcelona concentraron el 56% del capital inversor total, seguidas por las start ups de Madrid, que capturaron el 34% de la inversión total.

Tanto el informe de Startup Genome como el realizado por Webcapitalriesgo (denominado Madurez del venture capital en España), sin embargo, ponen el foco en Barcelona y aseguran que, entre inversiones y exits (momento en el que los socios salen del accionariado de la empresa por la venta o salida a bolsa de esta), sólo en la capital catalana se movieron un total de 1.200 millones de euros en los últimos doce meses.

Destacan, entre ellas, la venta de Privalia al grupo galo Vente Privee por 444,1 millones de euros, la compra de SocialPoint por parte de la estadounidense Take-Two o la adquisición de Ticketbis por StubHub (Ebay). Uno de los puntos en el que coinciden los expertos consultados por Kippel01 es que las operaciones de estas compañías fueron posibles gracias a una buena inversión por parte de los fondos venture capital, la mayoría de los cuales proceden de países extranjeros.

Según Webcapitalriesgo, de 2011 a 2015, la inversión de venture capital se incrementó un 45%, hasta 352 millones de euros, y se centró en 405 operaciones. En el último año, esta cifra ascendía a 385 millones de euros y 436 operaciones.

Otros datos respaldan el papel de Barcelona como hub empresarial: la ciudad cuenta con uno de los índices de exits más rápidos del mundo, sólo por detrás de Montreal (Canadá) o Sant Louis (Misuri). Además, la capital catalana es la segunda ciudad con un mayor porcentaje de equipos de desarrollo de software titulados en Informática, superando incluso a Silicon Valley.

Todos estos factores colocan a Barcelona muy cerca de las veinte ciudades más importantes en el ecosistema empresarial de start ups, según Startup Genome. Aun así, el informe revela otros aspectos importantes que lastran la progresión de la capital catalana a la hora de ganar aún más peso como polo de start ups. Para empezar, sólo el 9,9% de los clientes de estas más de 1.000 compañías proceden de mercados internacionales, lo que se traduce en un bajo alcance de mercado de momento. Esta tasa es, de hecho, una de las más bajas del mundo, según el estudio.

Por otra parte, el salario medio de los ingenieros, uno de los principales perfiles profesionales que se encuentra entre las start ups actuales, se sitúa en 37.000 euros al año, lo que dificulta la atracción de talento extranjero. La media global alcanza los 49.000 euros anuales. La brecha de género también está presente en las empresas emergentes de Barcelona, dónde sólo un 14% de los empleados son mujeres. Este dato, no obstante, se mantiene en la media global, con sólo un 16% de trabajadoras en este tipo de empresas.