España y el I+D: la quimera de alcanzar el 2% sobre el PIB en 2020

Seis décimas separan a España de su objetivo de que la inversión en innovación represente el 2% del Producto Interior Bruto (PIB) en 2020. Seis décimas que, según las estadísticas, se antojan como una distancia casi insalvable en el medio plazo atendiendo a la evolución de este indicador en los últimos diez años.

En 2017, el gasto interno en investigación y desarrollo (I+D) de España representó el 1,20% del PIB, frente al 1,19% de 2016. En términos absolutos, representó una inversión de 14.052 millones de euros, es decir, una subida del 6% y una diferencia de 792 millones de euros respecto al año anterior.

La inversión en innovación, tantas veces señalada como uno de los motores del país, acumula ya tres años al alza, con incrementos del 2,7% en 2015; del 0,7% en 2016 y del 6% en 2017. La empresa, según se desprende de los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), ha sido el principal aliado de la innovación, ejecutando en dicho periodo más del 50% del gasto en I+D.

Europa también tiene un objetivo ambicioso: que el gasto en I+D alcance el 3% del PIB comunitario

Pese a ello, la apuesta de España por la innovación sigue aún lejos de convertirse en una propuesta firme. “A medida que la situación mejora, la consecución del objetivo revisado del 2% del PIB en inversión en I+D+i se ha convertido en una de las prioridades del Gobierno, siendo necesario sobre todo fomentar la inversión privada en I+D+i, estructuralmente alejada de la media de la inversión empresarial registrada en los países de nuestro entorno”, señala el Gobierno en su Programa Nacional de Reformas 2018.

Pese a ello, el peso del I+D sobre el PIB sigue lejos de los niveles de 2010. Ese año, el gasto interno en innovación representaba el 1,4% de este indicador. A partir de entonces, dicha cifra fue decayendo, llegando a copar sólo el 1,19% del PIB hace dos años.

“El objetivo de alcanzar el 2% de inversión en I+D sobre el PIB para 2020 continúa siendo un reto imposible de lograr en la práctica”, explican desde Cotec en su último análisis sobre la estadística del INE. Los motivos, indican desde la fundación, son la disminución del gasto en innovación entre 2009 y 2017, que descendió de 14.581,6 millones a 14.051,6 millones; y en concreto a la caída de la inversión por parte de la Administración Pública.

Entre 2009 y 2017, el gasto interno en I+D cayó un 3,63%, la inversión de la Administración Pública retrocedió un 14,7%, mientras que el presupuesto de la empresa en esta partida registró un leve incremento del 1,9%.

Europa también se ha marcado un objetivo ambicioso para 2020: que el peso de la innovación sobre el PIB comunitario ascienda al 3%. Los últimos datos de Eurostat, relativos a 2016, sitúan este porcentaje en el 2,03%.

Cabrá ver cómo evoluciona la inversión en I+D en España en los próximos años, puesto que las previsiones de crecimiento de la economía española son más bien moderadas. El pasado noviembre, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde) modificó sus estimaciones para el país y señaló que su economía crecería a un ritmo del 2,6%, dos décimas por debajo de sus pronósticos iniciales.

Para 2019, el avance de la economía española será del 2,2% y, en 2020, se moderará hasta un 1,9%. El déficit español, por otro lado, se situará en el 1,2% del PIB en dos años, según las estimaciones de la Ocde. “El Gobierno debería atenerse a los objetivos de consolidación fiscal a medio plazo para garantizar una reducción duradera de la ratio de deuda pública y cualquier sorpresa positiva del crecimiento debería usarse para reducir más la deuda”, indica el organismo.

La empresa, motor de la innovación en España

En los últimos veinte años, el gasto interno de las compañías del país ha representado más de la mitad de la inversión en innovación en España, según los datos del INE. ¿Cuál es el gasto estimado? Del informe La I+D+i en la empresa española y el incentivo fiscal, elaborado por KPMG, se extrae que el 34% de las empresas encuestadas invierte más de un millón de euros al año, mientras que un 32% destina entre 250.000 euros y un millón.

El año pasado, el gasto en I+D interna de las empresas españolas alcanzó 7.171,4 millones de euros, lo que representa una mejora del 8,3% en relación a la inversión del año anterior, que ascendió a 7.125,9 millones de euros. El dato de 2017 está cada vez más cerca del de 2008, año en el que las corporaciones del país dedicaron más de 8.000 millones de euros a I+D interna.

¿A qué se destinó esta inversión? Unos 3.027 millones de euros se invirtieron en investigación aplicada, otros 4.384,2 millones en desarrollo tecnológico y poco más de 306,1 millones en investigación fundamental. El 82,3% de la financiación del gasto en I+D interna procedió de la propia empresa, no de las subvenciones.

Por ramas de actividad, el sector industria aportó el 48,5% de la inversión en innovación, siendo el sector farma el que mayor gastó realizó (9%). Por la parte de los servicios, destacan especialmente las empresas dedicadas a las actividades profesionales, científicas y técnicas, cuyo gasto en I+D representó el 28,8% del total. Le siguen los grupos de servicios de I+D (21,8%) y las corporaciones especializadas en información y comunicaciones (10,5%).