Estados Unidos no se une a iniciativa global sobre regulación inclusiva de la IA
En la cumbre de París sobre inteligencia artificial, el Vicepresidente JD Vance reafirmó la determinación estadounidense de liderar el desarrollo sin regulaciones restrictivas.
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En una cumbre internacional sobre inteligencia artificial (IA) celebrada en París, el Vicepresidente JD Vance advirtió a los aliados europeos que la Casa Blanca no aceptará regulaciones internacionales que limiten las ambiciones de Estados Unidos para ser el líder mundial en esta tecnología emergente. "Estados Unidos es el líder en IA, y nuestra administración planea mantenerlo así", afirmó Vance, enfatizando la necesidad de regímenes regulatorios internacionales que fomenten la creación de tecnología en lugar de restringirla.
Vance dejó claro que, aunque la administración estadounidense está abierta a cooperar con otros países en el ámbito de la IA, no aceptará normativas más estrictas como las propuestas por la Unión Europea. "La administración de Trump se siente preocupada por informes que indican que algunos gobiernos extranjeros están considerando restricciones a las empresas tecnológicas estadounidenses con presencia internacional", apuntó. Esta postura se enmarca en el esfuerzo del gobierno por asegurar la dominancia de EE. UU. en el campo de la inteligencia artificial, con la reciente iniciativa del proyecto Stargate, destinado a invertir miles de millones de dólares en infraestructura de IA en el país.
Durante su intervención, Vance también criticó los intentos de la UE de establecer regulaciones que bloqueen contenido perjudicial o engañoso en línea, subrayando la importancia de preservar la libertad de acceso a la información. "Queremos garantizar que internet sea un lugar seguro, pero hay una gran diferencia entre prevenir que un depredador ataque a un niño y evitar que un adulto acceda a una opinión que el gobierno considera desinformación", explicó.
Las tensiones entre EE. UU. y Europa respecto a la regulación de la IA se hicieron evidentes poco después del discurso de Vance, ya que Estados Unidos se negó a firmar una declaración conjunta con otros 60 países que aboga por un enfoque inclusivo y sostenible para el desarrollo de la IA. La administración no ofreció una explicación inmediata sobre su decisión de no unirse a este esfuerzo.
En el contexto de una creciente competencia en el ámbito de la inteligencia artificial, Vance advirtió sobre el uso de esta tecnología por regímenes autoritarios para fortalecer sus capacidades de vigilancia y control. "Asociarse con estos regímenes significa encadenar a tu nación a un maestro autoritario que busca infiltrar y apoderarse de tu infraestructura de información", concluyó.
Por su parte, el presidente francés Emmanuel Macron, quien también participó en la cumbre, anunció que su país simplificará las reglas tecnológicas y resaltó la necesidad de cooperar tanto con EE. UU. como con China. Además, destacó que la infraestructura de energía nuclear de Francia la convierte en un lugar atractivo para el desarrollo de IA debido a su capacidad para alimentar centros de datos de alta energía sin depender de combustibles fósiles.
En suma, la cumbre en París, que atrajo a destacados ejecutivos de tecnología de EE. UU., incluida la participación de líderes de Google y OpenAI, buscó identificar áreas de cooperación y principios comunes en el desarrollo de la inteligencia artificial, a pesar de las diferencias en las enfoques regulatorios entre los Estados Unidos y Europa.