Italia y su sistema impositivo: los que ganan 50.000 euros pagan lo mismo que los de 200.000
Italia enfrenta una crisis impositiva, donde los trabajadores de 50.000 euros enfrentan la misma carga que quienes ganan 200.000, dificultando la atracción de talento.
En Italia, un trabajador con un salario de 50.000 euros enfrenta la misma carga impositiva que alguien que percibe 200.000 euros. Esta situación se ha vuelto crítica desde 2021, cuando la tasa impositiva máxima se estableció en 50.000 euros. En contraste, en otros países, como Francia, la banda impositiva más alta inicia en 177.106 euros, mientras que en Estados Unidos es de 609.351 euros y en Suiza llega a 783.200 francos suizos.
Esta ineficacia del sistema impositivo dificulta no solo la atracción de talento, especialmente en sectores como la tecnología, sino que también crea una estructura caótica donde un aumento salarial puede resultar en un salario neto inferior. El caso de los ingenieros informáticos es emblemático: en Estados Unidos, su salario promedio es de 110.140 dólares anuales, mientras que en Italia apenas alcanza los 32.579 dólares, lo que pone a las empresas italianas en una posición desventajosa para captar talento.
Los recientes ajustes en la tributación han sacado a la luz la necesidad de una reforma que amplíe la progresividad del IRPEF y elimine las distorsiones fiscales que afectan a los ingresos medios-altos. Trabajadores que ganan 50.000 euros están viendo cómo sus tasas marginales se igualan a las de directivos que perciben cantidades mucho mayores, lo cual es considerado una anomalía por expertos en economía. Esta situación ha llevado a que el sistema penalice a aquellos que, a pesar de recibir un salario medio-alto, no pueden disfrutar de un sistema tributario justo y equitativo.
El gobierno portugués ha tomado una dirección opuesta al implementar un recorte significativo de impuestos para jóvenes que se establezcan en su territorio, eximiéndolos de impuestos sobre ingresos laborales durante un periodo de hasta 10 años. Esta estrategia busca atraer y mantener el talento joven en el país, algo que se está convirtiendo en una prioridad para muchas naciones en Europa.
Especialistas advierten que, para que la economía italiana sea más atractiva para los talentos, es crucial que las empresas ofrezcan sistemas de remuneración más competitivos a nivel internacional y que el gobierno reestructure el sistema impositivo. Solo así se podrá permitir que las remuneraciones sean meritocráticas y se incentive el crecimiento en los niveles salariales medios-altos.