Jesús Pérez (Finnovating): “El fenómeno de las ICO está para quedarse”
El director de inversiones en Fintech Ventures y socio de Finnovating asegura que la tecnología de la cadena de bloques ha permitido a las empresas españolas recibir financiación por parte de cualquier persona en el mundo.
Jesús Pérez es director de inversiones del fondo Fintech Ventures desde febrero de 2016 y socio de la consultora Finnovating desde junio de ese mismo año. Graduado en Ingeniería Informática, el directivo también trabaja como responsable de recursos digitales para la empresa de software Iconomi desde el pasado enero. También es miembro del consejo asesor de Civeta Investment, especializado en la toma de decisiones de inversiones en fintech, y es socio fundador de Sersan Sistemas, donde opera como experto en trading algorítmico. Según Pérez, la tecnología blockchain es solvente, genera oportunidades estratégicas y ha consolidado una nueva forma de financiación internacional
Pregunta: ¿Qué lectura hace de la actualidad del criptomercado?
Respuesta: Hemos pasado por muchas fases y actualmente estamos en un momento en el que se está asentando la tecnología que hay detrás. Hace ya diez años que nació Bitcoin pero no ha sido hasta hace año y medio cuando han aparecido las Initial Coin Offering (ICO) como alternativa de financiación, superando ya con creces al venture capital. En ese sentido, se ha consolidado una nueva forma de financiación internacional gracias a la tecnología blockchain, que ha entrado en valor para muchos otros casos que comienzan a extenderse. Uno de ellos es la tokenización, que es la siguiente etapa de este mercado.
P.: Durante este año, el valor de las criptomonedas ha caído pero el número de ICOs ha aumentado, ¿por qué?
R.: La financiación de start ups se ha convertido ya en un fenómeno global y blockchain ha permitido que las empresas españolas puedan plantearse ser invertidas por cualquier persona en el mundo. Antes, la financiación dependía de que hubiera una estructura legal, pero con este tipo de tecnología alguien de Estados Unidos puede financiar a otro en Estonia, algo que antes no ocurría. Esa ventaja competitiva hace que muchos proyectos con potencial se expongan a la financiación global. El fenómeno de las ICO está para quedarse; ha sido el que realmente ha puesto en valor esta tecnología y los inversores están viendo que los mejores proyectos están comenzando a financiarse de esta manera.
P.: ¿Cuál es el perfil del inversor en este ámbito?
R.: Por una parte, se ha democratizado la inversión en las start ups, y donde antes sólo invertía el venture capital, ahora también lo hace gente a la que le gusta un proyecto. Por otra parte, está quien invierte en criptomonedas, que en ocasiones pertenece a un país con una divisa tremendamente inestable y que encuentra en este mercado una alternativa. En esos casos, no es tanto una inversión, sino una necesidad para mantener sus ahorros.
“La guerra de las criptomonedas la ganará la divisa que mejor tecnología aporte”
P.: ¿Le falta madurez al mercado de las criptodivisas?
R.: Todavía hay mucho debate sobre la confianza en la que están basadas criptomonedas como el bitcoin, pero realmente es algo que se puede debatir con cualquier divisa, como podría ser el dólar, que también está basado en la confianza. Estamos en un proceso de maduración de esa confianza. En ese sentido, es un mercado poco maduro para el potencial que tiene, lo que no quiere decir que la tecnología que existe detrás no sea segura. De hecho, es más fácil a día de hoy falsificar un dólar que un bitcoin. El blockchain lleva años demostrando solvencia.
P.: ¿Qué tiene que ofrecer una criptomoneda para perder volatilidad?
R.: En esta guerra ganará la criptomoneda que mejor tecnología aporte. Actualmente, están habiendo tanto subidas como caídas del valor de las criptomonedas. Cada vez habrá menos volatilidad y el valor que tendrán estas divisas dependerá de cómo se adopte, dónde esté disponible y cuánta gente transaccione con ella. Cada vez hay más proyectos de blockchain y de criptodivisas. A día de hoy, y viendo que aún hay miedo y desconfianza, estamos en un momento de irrupción.
P.: ¿La confianza es el mayor escollo a superar por las divisas virtuales?
R.: La tecnología debe seguir demostrando que no es hackeable y que es transparente. Luego dependerá de que la gente esté dispuesta a tener parte de sus ahorros en este mercado. Las ICOs tradicionalmente han demandado criptodivisas porque las han utilizado para financiarse.
“Es necesario que España entienda el fenómeno y no dé mensajes asociados al fraude”
P.: El criptomercado tiene seguidores y detractores a partes iguales. ¿Cómo se pueden poner de acuerdo?
R.: Cualquier proceso de cambio tecnológico tan potente siempre genera un rechazo inicial. Pasó con las redes sociales, que las empresas las prohibían internamente. En este caso, hace falta entender que las criptomonedas ya llevan un recorrido de años, y quien piense que aún estamos en un punto de partida probablemente desconfíe de este tipo de activos. No obstante, si alguien entiende el punto al que han llegado y la solvencia que hay detrás de todo esto, comprenderá que es una tecnología que viene a solucionar muchos problemas de carácter financiero a escala internacional.
P.: ¿La regulación le hará un bien o un mal al mercado de las criptomonedas?
R.: Los países que están liderando este fenómeno son los que están trabajando más en regularlo. Suiza, por ejemplo, ha hecho un gran trabajo en todo esto y sigue haciéndolo. A día de hoy es uno de los referentes. Cuando hablamos del sector financiero, la regulación es importante porque elimina cualquier tipo de catalogación de carácter delictivo. Los proyectos más grandes van a tener que estar supervisados de alguna forma, por lo que la regulación ayudará. España debería ser mucho más activa en regular este fenómeno.
P.: ¿Qué se le pide a España en materia de regulación? ¿Qué es lo más prioritario ahora mismo?
R.: Básicamente, hace falta que España vea la oportunidad estratégica de esta tecnología y lo que va a generar a su competitividad. En lugar de perseguir o dar mensajes asociados al fraude, los cuáles no se sostienen, es necesario entender el fenómeno. También debe haber una iniciativa política, porque sin ello es complicado coordinar toda la actividad reguladora.