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La liquidez inyectada por las bancos centrales evita una crisis mayor en los mercados

Entorno

La liquidez inyectada por las bancos centrales evita una crisis mayor en los mercados

A pesar de la inestabilidad global, los mercados financieros se mantienen estables gracias a la intervención de las bancas centrales, revelando dinámicas sorprendentes.

Descripción

La guerra en Ucrania, las elecciones en Estados Unidos, la inestabilidad en Medio Oriente y la recesión en Alemania son factores que generan incertidumbre en el panorama global. Sin embargo, estos eventos no parecen estar afectando significativamente los mercados financieros y monetarios, según Michele Sansone, country manager de iBanFirst Italia. Según su análisis, la intervención de las bancas centrales ha sido fundamental para estabilizar la situación.

Desde la crisis financiera de 2007, las bancas centrales han inyectado liquidez en los mercados a través de programas de compra de activos, conocidos como Quantitative Easing. Esto ha permitido no solo asegurar el funcionamiento adecuado del mercado, sino también evitar el aumento desmedido de los precios de ciertos activos, como los rendimientos de los bonos del Estado. A pesar de que la crisis ya ha pasado, estas instituciones continúan actuando como creadores de mercado para las emisiones de deuda a corto y medio plazo en muchos países desarrollados.

Un ejemplo claro es el caso de Francia, donde se ha observado que la acción discreta del Banco Central Europeo (BCE) ha mantenido el tipo de interés de la deuda a diez años por debajo del 3%. Aunque oficialmente el BCE no ha intervenido directamente para frenar el aumento de tasas, los datos sugieren que ha comenzado a realizar reinversiones en bonos franceses, lo que ha mitigado las consecuencias de la inestabilidad política en el país.

No obstante, las intervenciones en los mercados no son un fenómeno aislado. Estas acciones tienen un impacto directo en los movimientos cambiarios y en la percepción del riesgo en general. A pesar de la situación volátil en Medio Oriente, la volatilidad en los mercados ha permanecido curiosamente baja, lo que sugiere que el riesgo percibido está en niveles históricos bajos. El índice Vix, que mide la percepción del riesgo en el mercado accionario, se encuentra cerca de sus mínimos anuales.

Para evaluar la situación y anticipar posibles crisis, Sansone recomendó observar el "Fear & Greed Index" de CNBC, que actualmente se encuentra en una posición neutra. Adicionalmente, el índice de estrés financiero de la Reserva Federal de St. Louis se posiciona en -0,60, indicando condiciones financieras excepcionalmente favorables.

En cuanto a los flujos de inversión, estos también revelan patrones interesantes. Desde la elección presidencial estadounidense, se ha observado un ingreso significativo de flujos hacia los mercados financieros de EE.UU., alcanzando los 140 mil millones de dólares, en contraste con la salida de aproximadamente 14 mil millones de dólares de los mercados europeos. Esta tendencia explicaría el fuerte descenso del euro frente al dólar en semanas recientes.

En conclusión, la dinámica actual indica que los Estados Unidos y el dólar son los grandes beneficiados, mientras que Europa y el euro están enfrentando desafíos significativos. Con una diferencia notable en rendimiento financiero y crecimiento entre ambas regiones, parece poco probable que esta tendencia cambie en el corto plazo.