Marruecos se convierte en un refugio para la industria China contra los aranceles de Trump

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Marruecos se convierte en un refugio para la industria China contra los aranceles de Trump

Las barreras comerciales desafían a los fabricantes chinos, quienes ven en Marruecos una oportunidad para acceder a los mercados de la UE y EE. UU.

Descripción

Las barreras comerciales se han convertido en un desafío significativo para los fabricantes chinos, quienes buscan estrategias para competir en un mercado occidental cada vez más hostil, donde las baterías y coches eléctricos enfrentan altos aranceles. Sin embargo, países como Marruecos presentan una oportunidad para sortear estas restricciones y acceder a los atractivos mercados de la Unión Europea y Estados Unidos.

En este contexto, CNGR Morocco New Energy, una subsidiaria de CNGR Advanced Material, ha dado un paso adelante al establecer una planta de producción en Marruecos. Con una participación mayoritaria del 50,03% en la empresa conjunta COBCO, esta instalación se ubica cerca del puerto comercial de aguas profundas de Jorf Lasfar, el segundo puerto más importante del país, y comenzó a operar a finales de enero, dedicándose a la producción de materiales activos catódicos a base de níquel.

El inicio de operaciones en Marruecos forma parte de un ambicioso acuerdo de 2.000 millones de dólares firmado en 2023, con el objetivo de construir una base industrial que integre no solo la producción de precursores ternarios y litio-ferrofosfato (LFP), sino también el reciclaje de baterías usadas. Este desarrollo busca eludir los aranceles y otras restricciones impuestas por Estados Unidos y la UE, consolidando la presencia de la industria china en el continente africano como un punto de entrada hacia mercados más amplios.

La planta de producción se centrará inicialmente en la producción de materiales de níquel-cobalto-manganeso (NCM) para baterías de litio, un paso crucial hacia el establecimiento de un ecosistema sostenible en la producción de materiales para baterías. Según COBCO, la puesta en marcha de esta planta los posiciona como un actor clave para atender la creciente demanda global de componentes para baterías, especialmente en los mercados europeo y norteamericano.

Además, la compañía tiene planes de expansión que incluyen la producción de materiales activos de cátodo para celdas LFP y el establecimiento de instalaciones de reciclaje de masa negra, proyectando una capacidad de producción equivalente a 70 GWh, suficiente para alimentar más de un millón de coches eléctricos al año. Esto subraya una tendencia clara: las barreras comerciales están llevando a las empresas chinas a establecerse en otros mercados, en lugar de hacerlo en Europa, donde los aranceles han entorpecido sus planes de inversión.