Olaf Scholz solicita una reunión urgente con Ursula von der Leyen ante crisis automotriz
La industria automotriz europea enfrenta una crisis severa, con multas proyectadas de 16 mil millones de euros y una necesidad urgente de innovación y apoyo.
La industria automotriz en Europa enfrenta una crisis profunda, con Volkswagen y Stellantis en el centro de la tormenta. Se anticipan multas de hasta 16 mil millones de euros para 2025, lo que subraya la gravedad de la situación, acentuada por la caída en las ventas de vehículos térmicos y eléctricos. Ante este panorama, el canciller alemán, Olaf Scholz, ha solicitado una reunión urgente con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, para abordar esta crisis que afecta no solo al sector automotriz, sino también a la industria pesada en Europa.
El rechazo al gas ruso ha incrementado significativamente los costos de energía, lo que agrava la competitividad de las industrias europeas. Desde la introducción del Green Deal en 2019, impulsado en gran parte por políticas progresistas alemanas, el sector automotriz ha lidiado con desafíos sin precedentes. Scholz ha declarado que la Comisión Europea debe encontrar un equilibrio pragmático entre la protección de los empleos y una economía fuerte, sin descuidar los objetivos climáticos y ambientales.
Asimismo, se hace un llamado urgente a la innovación y a la reducción de costos burocráticos. El canciller ha instado a la necesidad de un “impulso europeo” conjunto para mejorar la capacidad innovadora de las empresas, de tal forma que la UE pueda mantener su competitividad en sectores clave. Con respecto a las ventas de vehículos eléctricos, Scholz ha señalado la importancia de implementar una iniciativa que fomente el aumento de ventas y permita una mejor respuesta a la competencia china, reina en el ámbito de la movilidad eléctrica.
Las altas tarifas europeas sobre los automóviles eléctricos fabricados en China están impactando negativamente las exportaciones alemanas, y Scholz busca cerrar negociaciones sobre estas tarifas punitivas, buscando un resultado favorable para Alemania. El futuro del sector automotriz europeo se presenta incierto, y la precariedad de las circunstancias actuales ha generado una percepción de urgencia en las filas del partido de Scholz, especialmente con las elecciones próximas en Alemania.
En este contexto, se plantea la necesidad de un Plan Marshall a favor de la industria automotriz, que incluya inversión pública significativa para salvaguardar no solo a los grandes grupos automotrices, sino también los niveles de empleo en toda la cadena de suministro. Un diagnóstico claro resalta que, seis años tras la implementación del Green Deal, la falta de apoyo práctico para la transición hacia la movilidad eléctrica podría llevar a consecuencias devastadoras para la industria europea.