Recortes en el gasto de Estados Unidos podrían desestabilizar los activos de alto riesgo como las criptomonedas
Donald Trump, respaldado por el secretario del Tesoro, busca reducir los rendimientos de los bonos a 10 años mediante un enfoque fiscal que controla la inflación y el gasto.
El objetivo de Donald Trump de reducir las rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años ha sido confirmado por el secretario del Tesoro, Scott Bessent, quien indicó que esta medida es parte fundamental de su estrategia económica. La disminución de las tasas de interés podría incentivar tanto el crédito como la inversión, lo que a su vez aumentaría la aversión al riesgo en los mercados financieros.
Para lograr este objetivo, Trump buscará controlar la inflación, con un enfoque particular en aumentar la oferta de energía, ya que esto podría facilitar la disminución de la inflación y proporcionar un mayor margen de maniobra a la Reserva Federal para reducir las tasas de interés aún más. Desde septiembre, la Reserva Federal ya ha bajado sus tasas de interés en 100 puntos básicos, lo que ha beneficiado a las inversiones de alto riesgo.
Otro aspecto importante de la estrategia de Bessent consiste en la reducción del considerable déficit presupuestario a través de la disminución del gasto gubernamental. Con menos gastos, la oferta de bonos podría disminuir, lo cual llevaría a un aumento en los precios de los bonos y, por ende, a una reducción en sus rendimientos.
No obstante, esta estrategia conlleva ciertos riesgos. La política fiscal expansiva del gobierno de Biden ha sostenido los mercados, incluso en momentos de altas tasas de interés por parte de la Reserva Federal. Por lo tanto, un recorte en el gasto gubernamental podría desestabilizar activos de mayor riesgo, como las criptomonedas, que han prosperado gracias al estímulo fiscal actual.
Además, como señaló Eamonn Sheridan, jefe de análisis de divisas para la región Asia-Pacífico, los recientes recortes en el gasto impulsados por los aliados de Trump, como Elon Musk, han sido mínimos. Las partidas de mayor gasto del gobierno estadounidense se encuentran en sectores sensibles como la salud y la defensa. Así, queda en duda si Trump realmente está dispuesto a implementar recortes significativos en estas áreas.