Reforma en jubilación activa favorecerá a trabajadores con 15 años de cotización

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Reforma en jubilación activa favorecerá a trabajadores con 15 años de cotización

A partir de abril, una reforma en las modalidades de jubilación permitirá a los trabajadores mayores flexibilizar su retiro y aumentar sus ingresos.

Descripción

A partir de abril, una significativa reforma en las modalidades de jubilación introducirá cambios importantes para los trabajadores. Con el objetivo de hacer más compatible el cobro del salario con la pensión, se espera incentivar a los trabajadores a retrasar su salida definitiva del mercado laboral.

Entre las principales novedades destaca la flexibilización de la jubilación activa. Ahora, tanto trabajadores asalariados como autónomos podrán acceder a esta modalidad con solo 15 años de cotización, en lugar de los 38 años que se requerían anteriormente. Esta medida está diseñada para beneficiar especialmente a las mujeres, quienes generalmente tienen carreras laborales más cortas y, por tanto, podrán complementar sus ingresos de manera más efectiva.

La compatibilidad entre la pensión y el salario variará dependiendo del tiempo que decida retrasar su jubilación el trabajador. En el primer año de jubilación activa, se podrá percibir un 45% de la pensión, porcentaje que alcanzará el 100% si se esperan cinco años o más para jubilarse. Para los autónomos con empleados indefinidos, se establece un límite del 75% de compatibilidad, siempre que los contratos cumplan requisitos específicos.

Además, la reforma introducirá bonificaciones económicas que incentivan la demora en la jubilación, como un incremento del 4% en la pensión durante el primer año de jubilación activa o un pago único que varía entre 5.000 y 12.000 euros. A partir del segundo año, se podrá añadir un extra del 2% cada seis meses.

Los trabajadores que opten por la jubilación activa también se beneficiarán de importantes reducciones en sus cotizaciones. En el caso de los autónomos, solo deberán contribuir por incapacidad temporal y accidentes laborales, así como una cotización solidaria del 9% prevista para 2025. Los asalariados, por su parte, también verán un descuento del mismo porcentaje en sus nóminas por esta contribución.

Esta reforma forma parte de un esfuerzo por aumentar la edad de jubilación y reducir el gasto del sistema, endureciendo las condiciones para la jubilación anticipada y fomentando la jubilación demorada. Según datos del Instituto Nacional de la Seguridad Social, las jubilaciones anticipadas han disminuido del 50% al 29%, mientras que las jubilaciones demoradas han crecido al 9%. Sin embargo, el incremento entre los asalariados es limitado, con un 6,1%, mientras que la participación de los autónomos ha duplicado su cifra, alcanzando un 26,4%.

Las penalizaciones por jubilación anticipada también han sido endurecidas, aumentando los recortes en la pensión desde un mínimo del 2,8% hasta un máximo del 21%, dependiendo de los años de adelanto y de la carrera de cotización. En el caso de los autónomos, este endurecimiento ha tenido un impacto menor, reduciendo la tasa de quienes eligen jubilarse anticipadamente del 16% al 14%.

La jubilación parcial también ha sufrido modificaciones significativas, permitiendo a los trabajadores adelantarla hasta tres años, en lugar de dos, aunque con limitaciones, como una reducción máxima de la jornada laboral al 33% durante el primer año. Se requiere contar con 33 años de cotización, seis años de antigüedad en la empresa y formalizar un contrato de relevo. En el sector industrial, tanto la empresa como el trabajador deberán cotizar por el 80% de la base completa, y los relevistas deberán ser contratados de forma indefinida y a tiempo completo, además de estar protegidos contra despidos durante dos años tras la salida del jubilado parcial.