La Reserva Federal revisa sus pruebas de estrés bancario tras cambios legales

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La Reserva Federal revisa sus pruebas de estrés bancario tras cambios legales

La Reserva Federal considera modificar las pruebas de estrés bancarias, permitiendo que los bancos participen en la evaluación de modelos y promediando resultados para menor volatilidad.

Descripción

La Reserva Federal estadounidense está considerando realizar cambios significativos en sus pruebas anuales de estrés para los bancos, en respuesta a recientes desarrollos legales que podrían beneficiar a las instituciones financieras. Entre los cambios propuestos se incluye la posibilidad de que los bancos expresen sus opiniones sobre los modelos y escenarios hipotéticos utilizados en estas evaluaciones, lo que les otorgaría un derecho de réplica sobre los mismos.

Además, se plantea la opción de promediar los resultados de los test de estrés durante dos años, con el fin de minimizar la volatilidad en las exigencias de capital que los bancos deben mantener para enfrentar posibles pérdidas. Estas pruebas, establecidas tras la crisis financiera de 2007-2009, son esenciales para evaluar si los grandes bancos pueden soportar choques económicos y determinan cuánto capital deben reservar y cuánto pueden devolver a sus accionistas en forma de dividendos o recompras de acciones.

La Reserva Federal ha asegurado que estos cambios no están destinados a alterar los requisitos generales de capital, sino que son una respuesta a fallos judiciales recientes que han modificado el marco de la ley administrativa. Este cambio de paradigma legal fue reforzado por un fallo del Tribunal Supremo de EE.UU. en junio, que limitó el poder regulatorio federal al revocar un precedente que permitía a las agencias gubernamentales interpretar leyes de manera flexible.

Según analistas de Bankinter, la Reserva Federal busca evitar litigios con el sector bancario, dado que las pruebas de estrés son fundamentales para establecer las exigencias de capital. La capacidad de los bancos para promediar resultados durante dos años podría tener un “impacto positivo” en su rentabilidad y en las remuneraciones para los accionistas, además de ofrecer una mayor estabilidad en el panorama financiero.