Rusia y China, una posible alianza estratégica en el sector de tierras raras generaría muchos problemas en occidente

Las tierras raras son cruciales para la tecnología moderna y la industria militar, pero China domina el mercado, generando desafíos para Occidente.

Las tierras raras, elementos esenciales para la industria electrónica y militar, son cruciales en la fabricación de dispositivos cotidianos como smartphones y tablets. La hegemonía del mercado de tierras raras se encuentra en manos de China, que posee el 36% de las reservas mundiales y controla el 70% de la oferta global, lo que representa un desafío significativo para las potencias occidentales.

Por otro lado, Ucrania se destaca como un proveedor potencial de tierras raras, al tener aproximadamente el 5% de las reservas minerales globales. A pesar de los conflictos que enfrenta, el país cuenta con importantes depósitos de titanio y litio, elementos clave para diversas industrias. Sin embargo, la guerra ha limitado su capacidad de explotación, especialmente en la región del Donbass, que está bajo control ruso.

El control de Rusia sobre el Donbass podría facilitar una alianza estratégica entre Moscú y Pekín en el sector de las tierras raras, lo que tendría profundas implicaciones para la economía global. Mientras tanto, el mercado de minerales como el níquel y el litio ha experimentado un crecimiento acelerado, y se espera que se duplique en los próximos cinco años, alcanzando más de 320 mil millones de dólares.

Estados Unidos, Myanmar y Australia, aunque se encuentran significativamente detrás de China, participan en la producción global de metales y tierras raras, con un 12%, 10.5% y 10% de la producción, respectivamente. La creciente demanda de estas materias primas resalta la necesidad urgente de diversificar las fuentes de suministro y asegurar el acceso a recursos estratégicos en un entorno geopolítico cada vez más complejo.