Seducir a Universal o a Beyoncé: la lucha por el imperio de la música en ‘streaming’ se aviva

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Seducir a Universal o a Beyoncé: la lucha por el imperio de la música en ‘streaming’ se aviva

El dueño de Tidal ha decidido retirar sus canciones de Spotify. Esta, por su parte, ha sellado un pacto con uno de sus mayores rivales en la industria musical, mientras Apple Music lucha por sumar nuevos usuarios.

Descripción

Si, diez años atrás, se hubiera pronosticado que por diez euros al mes se podría contar con un servicio de suscripción para escuchar música o ver series, es posible que una gran parte de la población se hubiera mostrado escéptica mientras dirigía la mirada hacia su eMule.

A día de hoy, sin embargo, la industria de la música no se entiende sin la presencia de plataformas de suscripción de música en streaming como Spotify, Tidal, Apple Music, Deezer o Google Music, que con una cuota mensual que oscila entre los diez y los veinte euros en la mayoría de casos, ya supera los 130 millones de suscriptores.

Deezer fue una de las primeras plataformas que saltó al mercado. La compañía fue fundada en 2007 por un joven Daniel Marhely que, con sólo 23 años, empezó a trabajar en un servicio para que todos sus amigos pudieran acceder a toda la música que desearan. Los orígenes, sin embargo, se remontan a unos años atrás, cuando el MP3 hizo su aparición en los años noventa y llevó la música al terreno digital. 

A partir de entonces, los avances tecnológicos y los esfuerzos de Apple desembocaron en el iPod, un dispositivo que permitía almacenar horas y horas de música que podía obtenerse, de forma directa y gratuita, a través de Internet. Posteriormente, MySpace o YouTube se convirtieron en puntos de encuentro donde la música dejaba de pertenecer al CD y podía traspasar fronteras.

Apple ya vio los primeros visos de un negocio en auge al lanzar iTunes, que permitía pagar por canciones y no por discos completos por un pequeño importe. La verdadera revolución, sin embargo, llegó de la mano de Deezer, que puso a disposición del público un contenido listo para consumir.

En paralelo al lanzamiento de la empresa francesa, que inicialmente ofrecía un servicio gratuito y que con los años terminó por brindar también un servicio premium, otro grupo asomaba la cabeza en el mercado. Se trata de Spotify, una plataforma sueca que nació también en 2006 de la mano de Daniel Ek y Martin Lorentzon.

Desde el primer momento, la empresa llamó a las puertas de las principales discográficas para plantearles un negocio que acabaría con las descargas ilegales: un modelo basado en la publicidad y con suscripción a una tarifa plana. La reticencia de estos grandes grupos llevó a la compañía a buscar inversión en Europa. Tras dos años manteniendo la empresa a flote, Spotify salió al mercado en 2008 y, a día de hoy, cuenta con más de cien millones de suscriptores, cincuenta de ellos de pago e in crescendo.

Además, la empresa sueca también está preparando su salida a bolsa y acaba de sellar un acuerdo con uno de los pesos pesados del sector: la discográfica Universal. El ritmo de crecimiento de la empresa, no obstante, ha causado reacción hasta en la otra zona del Atlántico, donde se encuentra el rapero Jay Z, dueño de Tidal.

Tidal es también una plataforma de música en streaming que está operativa desde 2014. Empezó en manos de la sueca Aspiro, hasta que el esposo de Beyoncé se hizo con la empresa por 56 millones de dólares en 2015. Junto a Jay Z aparecen como propietarios de la compañía artistas como Beyoncé, Rihanna, Kanye West, Arcade Fire, Nicki Minay, Calvin Harris, Daft Puk o Usher; así como Sprint, que el pasado enero compró el 33% del grupo.

La compañía se encuentra muy lejos de Spotify en cuanto a número de usuarios (tres millones, frente a los cien de la plataforma sueca), pero la inminente salida a bolsa de su rival ha provocado que Jay Z muestre sus cartas. El dueño de Tidal ha empezado por retirar de la plataforma la mayoría de sus trabajos y ha abierto el interrogante sobre si sus accionistas optarán por seguir sus pasos.

A la lucha de Spotify y Tidal se ha sumado un tercer componente: Apple Music. El servicio de la empresa que dirige Tim Cook ha destacado en los medios de comunicación por quedarse muy lejos de la plataforma sueca en cuanto a número de usuarios: 23 millones, según los últimos datos disponibles.

Apple llegó tarde con su servicio de música en streaming, que no lanzó al mercado hasta 2015. El fallo de la empresa fue no tener la capacidad de reconocer el potencial de modelos como Spotify y rechazar el modelo de suscripción. Para intentar ganar terreno, sin embargo, el grupo hizo una rara excepción con Apple Music y lo adaptó para Android.

El negocio de la música en streaming no ha dejado indiferente a nadie, e incluso Amazon y Google han apostado por esta industria con el lanzamiento de plataformas propias. Ninguna de las dos compañías ha presentado datos sobre su número de suscriptores, aunque un reciente informe de Parks Associates apunta que la mitad de los hogares de Estados Unidos estarían suscritos al servicio de Amazon.