Sin visión, ni estrategia, ni cultura digital: el 66% de las compañías duda sobre su digitalización
La mayoría de las compañías, incluso aquellas que son conscientes del valor de la transformación digital, carecen de la visión, la estrategia y la cultura para afrontar esa conversión.
Mientras una minoría de empresas puede vanagloriarse de haber afrontado una transformación digital de plenas garantías, la mayoría continúa a la espera o en proceso de dar un paso en ese sentido. A escala internacional, el 66% de las compañías, incluso aquellas que son conscientes del valor de la digitalización, carecen de la visión, la estrategia y la cultura para afrontar esa conversión.
Así lo señala PwC en su informe Digital Champions: How industry leaders build integrated operations ecosystems to deliver end-to-end customer solutions. Sólo las empresas con una visión clara podrán aprovechar las bondades de la transformación digital, algo que sí tiene claro el 70% de las corporaciones que ha afrontado su digitalización. Para ello, estas empresas invierten en formación y desarrollo de habilidades para un entorno digital.
Desde el inicio del proyecto de digitalización, las compañías deben determinar las habilidades de su personal para afrontar la estrategia, el estado de la propuesta de valor que supone para los clientes y cuáles son las capacidades operativas y tecnológicas. En ese aspecto, los grupos deben analizar sus deficiencias, así como su historial de cumplimiento de objetivos de crecimiento y rendimiento.
Más del 50% de los ingresos de las empresas digitalizadas provienen de productos mejorados digitalmente
Tener clara toda esa estrategia ha permitido a diversas compañías estar en la primera línea de la digitalización. Son a los que PwC llama campeones digitales, por haber resuelto las cuatro capas de la transformación digital: propuesta de valor para el cliente, habilidades del personal, facultades operativas y capacidades tecnológicas. Sólo el 10% de las compañías encuestadas por la firma de análisis pueden presumir de dichas aptitudes.
En el ámbito de las soluciones para el cliente, las empresas presentan productos y servicios distintivos que ofrezcan mejoras para los consumidores. En el caso de una compañía que haya afrontado su transformación digital, estas actividades incluyen personalización, mejores características, logística mejorada, modelos de ingresos creativos y diseños y aplicaciones más innovadores.
En ese sentido, más de la mitad de los ingresos de los campeones digitales provienen de productos y servicios mejorados digitalmente o puramente digitales, según el estudio. No obstante, no es suficiente con idear un ecosistema de soluciones para el cliente con cierta lógica estratégica si detrás no hay una serie de capacidades operativas que permitan alcanzar la rentabilidad.
Las compañías digitalizadas se ahorrarán un 16% de costes en los próximos cinco años
Es por ello que las cuatro capas de la transformación digital deben estar bien coreografiadas si se quiere alcanzar el estatus de campeón digital. En el caso del ecosistema de operaciones, este se ve alterado constantemente a medida que los productos o servicios cambian. Por ejemplo, se necesitan proveedores o fábricas en nuevas regiones, o los almacenes y la logística pueden requerir de mayor flexibilidad e innovación para cumplir con los tiempos de entrega en el caso de la venta online.
Para habilitar esas capacidades, es necesario un ecosistema que incluya arquitectura e interfaces de tecnologías de la información (TI), así como herramientas digitales que potencien la industria 4.0, como la inteligencia artificial, la impresión 3D, el Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés), los sensores, la realidad aumentada y virtual, y la robótica.
Deben evitarse las implantaciones aisladas y llevar a cabo un enfoque holístico, según PwC. Los considerados campeones digitales esperan obtener ganancias significativas mediante el ahorro de costes y la eficiencia que aportan las implementaciones de nuevas tecnologías. Para estos actores, el informe estima ahorros de costes de hasta el 16% en los próximos cinco años, frente al 10% para las empresas que apenas se han transformado.