Trump ajusta su postura sobre la guerra en Ucrania y promete paz en seis meses
Donald Trump ha cambiado su enfoque sobre la guerra en Ucrania, prometiendo potencialmente alcanzar la paz en meses, pero con advertencias sobre posibles engaños rusos.
Donald Trump ha modificado notablemente su postura sobre la guerra en Ucrania desde su campaña electoral, donde llegó a prometer que podría finalizar el conflicto en un solo día. Sin embargo, al hablar recientemente, el presidente electo ajustó su expectativa, afirmando que podría lograr la paz en "seis meses", aunque confió en que el proceso podría requerir “mucho menos tiempo”.
El general retirado Keith Kellogg, quien ha sido nombrado como enviado especial para Ucrania, se mostró optimista en una entrevista con Fox News, indicando que una solución "sólida y sostenible" podría alcanzarse en “100 días”. Kellogg destacó su confianza en las habilidades de negociación de Trump, subrayando que el presidente no busca hacer concesiones a Rusia, sino que está dispuesto a ayudar a Ucrania a preservar su soberanía.
A pesar de esta postura, las afirmaciones de Trump han resultado ser más ambivalentes. Ha expresado que la guerra no debió iniciarse y compartió la opinión de Moscú de que Ucrania no debería ser parte de la OTAN. Además, Trump ha manifestado el deseo de reunirse con el presidente ruso, Vladimir Putin, antes de tomar posesión, aunque dicha reunión aún está en negociación.
Dmitry Peskov, portavoz del Kremlin, indicó que Putin está dispuesto a encontrarse con Trump “sin condiciones”. No obstante, la veracidad de los contactos recientes entre ambos líderes ha generado dudas, particularmente tras la desmentida de un supuesto intercambio telefónico en noviembre por parte de Moscú.
El periodista Josh Rogin, del Washington Post, advirtió que Trump podría caer en una “trampa” diseñada por el Kremlin, sugiriendo que la estrategia de Putin consiste en utilizar las negociaciones para ganar tiempo y continuar con su agresión en Ucrania. Con base en el análisis del medio estadounidense, la meta de Putin no sería la paz, sino el dominio, actuando únicamente bajo presión externa.
El editorial del Washington Post también destaca que el instinto empresarial de Trump podría ser beneficioso en las negociaciones, siempre que reconozca la inestabilidad del adversario y tenga en cuenta los fracasos de sus predecesores, quienes intentaron reiniciar las relaciones con Rusia. Por ejemplo, el intento de “reinicio” de Obama concluyó con la anexión de Crimea, mientras que la apertura de Biden se encontró con una invasión masiva de Ucrania.