Trump espera su reunión con el CEO de TSMC para hacer un anuncio de una inversión histórica

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Trump espera su reunión con el CEO de TSMC para hacer un anuncio de una inversión histórica

Taiwan Semiconductor Manufacturing Co. anuncia una inversión de $100 mil millones en EE. UU., impulsando la producción de chips y la competencia entre Biden y Trump.

Descripción

Taiwan Semiconductor Manufacturing Co. (TSMC), el mayor fabricante de semiconductores del mundo, ha anunciado que planea invertir $100 mil millones en Estados Unidos. Esta inversión se suma a la anterior, que ya había sido comunicada, de más de $65 mil millones destinados a la construcción de tres plantas en Arizona, impulsadas por incentivos fiscales significativos del gobierno de Joe Biden.

La primera fábrica de TSMC en Arizona ya ha comenzado la producción en masa de chips de 4 nanómetros, un avance destacado en la industria. Aún no está claro si la nueva inversión de $100 mil millones se incluye dentro de la cantidad previamente anunciada.

El expresidente Biden firmó en 2022 la ley CHIPS y Science Act, que contempla una inversión de $280 mil millones para revitalizar la fabricación de chips en el país, especialmente tras los cierres de fábricas debido a la pandemia de COVID-19. Este cierre tuvo repercusiones significativas, afectando la producción automotriz y contribuyendo a la inflación.

Por otro lado, el expresidente Donald Trump ha criticado la ley de Biden y ha afirmado que planea imponer aranceles a los chips importados para fomentar la producción nacional. En múltiples ocasiones, Trump se ha reunido con líderes empresariales para discutir inversiones en EE. UU., destacándose un reciente anuncio de Apple sobre su intención de invertir más de $500 mil millones en el país durante los próximos cuatro años, incluyendo la construcción de una nueva fábrica de servidores en Texas, luego de una reunión entre Trump y el CEO de Apple, Tim Cook.

La situación actual refleja el enfoque competitivo entre ambos exmandatarios para atraer inversiones tecnológicas al país, en un contexto donde la producción de microchips se vuelve crucial para la economía y la industria tecnológica estadounidense.