Tsmc anuncia una inversión récord de 165 mil millones de dólares en Estados Unidos con nuevas fábricas en Arizona
TSMC, el gigante taiwanés de semiconductores, multiplica su inversión en Estados Unidos, destacando el impacto de esta decisión en la industria y las relaciones comerciales.

El fabricante de procesadores taiwanés TSMC ha decidido ampliar significativamente sus inversiones en Estados Unidos, aumentando el monto total de 65 mil millones a 165 mil millones de dólares. Esta expansión incluye la incorporación de tres fábricas adicionales en Arizona, así como un centro de desarrollo y dos instalaciones de empaque para chips en el estado sureño.
Este anuncio fue realizado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el CEO de TSMC, C.C. Wei, quien destacó que se trata de la mayor inversión extranjera directa en el país. La medida busca proteger los principales productos de exportación de Taiwán, evitando que se vean afectados por los aranceles del 100% que se habían propuesto.
A pesar de que Taiwán no puede crear puestos de trabajo dentro de sus fronteras a partir de esta inversión, se espera que las ganancias generadas por la producción de chips, después de impuestos en EE. UU., fluyan de regreso a la isla. Sin embargo, se encuentra en duda si esta estrategia resultará beneficiosa a largo plazo para Taiwán, ya que las autoridades estadounidenses están presionando por una mayor autonomía en la fabricación de chips, lo que podría disminuir el apoyo a Taiwán como un estado independiente en su lucha contra las ambiciones de China.
Wei agradeció a empresas como Apple, Nvidia, AMD, Qualcomm y Broadcom por su respaldo a la producción de TSMC en EE. UU., enfatizando que el éxito de este proyecto depende en gran medida de las relaciones comerciales establecidas. Trump celebró este anuncio como un triunfo de su administración.
A pesar de que tradicionalmente los mayores inversores en Estados Unidos provienen de Japón, Canadá, el Reino Unido y Alemania, un informe del Departamento de Comercio de EE. UU. indica que las inversiones extranjeras en el país no han generado las mejores tasas de retorno en comparación con las inversiones de EE. UU. en el extranjero.