La obsolescencia de la televisión: por qué los jóvenes prefieren móviles y tabletas
El crecimiento de las Smart TVs en España contrasta con la disminución del uso tradicional de televisores, especialmente entre los jóvenes que prefieren dispositivos móviles.
La presencia de Smart TVs en los hogares españoles ha experimentado un notable crecimiento en los últimos años. Según datos de Statista, el porcentaje de hogares con este tipo de televisores aumentó del 15,9% en 2015 al 69,4% en 2023. Sin embargo, este incremento contrasta con una tendencia decreciente en el número total de hogares que poseen al menos un televisor, que ha pasado de más del 99% en 2005 a menos del 98% en 2023.
Este fenómeno puede atribuirse a diversos factores, siendo uno de los más significativos la preferencia de los jóvenes por dispositivos móviles como smartphones y tabletas, que consideran más prácticos y actuales. Los jóvenes tienden a pasar menos tiempo frente al televisor, lo que se traduce en una percepción de obsolescencia de este aparato tradicional.
Otro aspecto a considerar es el ciclo de renovación de los dispositivos. Mientras que los televisores suelen reemplazarse cada 5 a 10 años, los smartphones tienen un ciclo de vida mucho más corto, de 2 a 3 años. A pesar de los constantes avances tecnológicos en televisores que mejoran calidad de imagen y conectividad, el patrón de compra parece estar influenciado por un cambio cultural generacional.
El Instituto Nacional de Estadística revela que, en 2022, el teléfono móvil estaba presente en el 99,5% de los hogares españoles. A la vez, en 2023, los españoles dedicaron un promedio de 190 minutos diarios al consumo de televisión y otros medios digitales. Sin embargo, el smartphone ha dejado de ser simplemente un dispositivo de comunicación para convertirse en la principal pantalla de entretenimiento para muchos jóvenes.
Además, el auge de los dispositivos portátiles como tabletas, especialmente entre la generación Alpha, subraya la tendencia hacia la movilidad y personalización en el consumo de contenido. Estos cambios afectan no solo los hábitos de consumo, sino también la percepción de la televisión como un medio de entretenimiento anticuado. En países como Francia, el consumo de televisión ha disminuido, mientras que el uso de móviles y tabletas sigue en aumento.
Ante esta realidad, es crucial que fabricantes como Samsung y LG reconsideren sus estrategias de marketing para captar la atención de las nuevas generaciones. La evolución cultural y social parece inexorable, y adaptarse a estas nuevas tendencias será esencial si desean incentivar a los jóvenes a invertir en televisores en el futuro.