Nvidia lanza Reflex 2, una tecnología que reduce la latencia hasta un 75% en juegos competitivos
Nvidia presenta Reflex 2, una revolucionaria tecnología que optimiza la latencia en juegos competitivos, mejorando la precisión y velocidad de los jugadores.
Nvidia ha presentado su nueva tecnología Reflex 2, diseñada para reducir drásticamente la latencia en juegos competitivos. Esta innovación permite una reducción de hasta el 75% en comparación con su predecesor, Nvidia Reflex, lo que se traduce en una experiencia de juego más rápida y precisa.
La latencia, que es el retraso entre la acción del jugador y la respuesta visual en la pantalla, juega un rol fundamental en la competitividad de los videojuegos. Con la implementación de Reflex 2, los jugadores pueden experimentar una mejora significativa en la rapidez de sus inputs, otorgándoles una ventaja esencial en situaciones críticas. Esta nueva tecnología introduce el sistema Frame Warp, que optimiza la visualización del siguiente cuadro antes de enviarlo al display, cuya función es mostrar acciones más rápidamente y permitir a los jugadores realizar disparos más precisos.
Aunque la reducción de latencia que ofrece Reflex 2 puede parecer imperceptible para los jugadores casuales, en competencias puede representar la diferencia entre triunfar o fracasar. La percepción de esta mejora varía entre los distintos jugadores, pero estudios han demostrado que, al activarlo, los gamers pueden completar un test de precisión de apuntado un 30% más rápido.
Nvidia Reflex 2 debutará con las gráficas RTX 50-series, pero la compañía ha confirmado que habrá soporte para otras tarjetas en actualizaciones futuras, ampliando el acceso a un mayor número de jugadores. Los primeros títulos que adoptarán esta tecnología serán juegos como The Finals y Valorant, con posibilidades de expansión a otros populares como Apex Legends, Counter-Strike 2 y más.
En pruebas realizadas, se ha constatado que con Reflex 2 la latencia promedio puede desplomarse a tan solo 8 ms, algo que, aunque pueda no ser evidente para todos, otorga un nivel de precisión que puede considerarse crítico en el ámbito competitivo. Este avance marca un paso importante en la búsqueda de experiencias de juego más inmersivas y fluidas, a medida que Nvidia refuerza su compromiso hacia los jugadores más exigentes.