Acciones Ordinarias

Las acciones ordinarias son títulos que representan la propiedad de una fracción de una empresa, permitiendo a los inversores participar en su rendimiento y decisiones clave.

Las acciones ordinarias son un tipo de instrumento financiero que representa la propiedad parcial de una empresa. Al poseer acciones ordinarias, los inversores obtienen derechos de voto en las decisiones corporativas y tienen la posibilidad de recibir dividendos, aunque estos no son garantizados y dependen del desempeño y la política de distribución de utilidades de la compañía.

Invirtiendo en acciones ordinarias, los accionistas tienen la oportunidad de beneficiarse del crecimiento del valor de la empresa a largo plazo. Esto las convierte en una opción atractiva para aquellos que buscan aumentar su capital mediante la participación en el potencial de éxito empresarial.

Sin embargo, las acciones ordinarias también conllevan un mayor riesgo, ya que los accionistas ordinarios son los últimos en recibir compensación en caso de liquidación. Esto significa que, aunque ofrecen altos niveles de potencial de ganancia, también implican una exposición significativa al riesgo financiero.