Keatz: la disrupción entra en la cocina para atacar un mercado de más de 83.000 millones de dólares
Las cocinas automatizadas de Keatz buscan su hueco como proveedores de plataformas de entrega de comida a domicilio como Glovo o Deliveroo. En España, Joaquín Mencía (Uniplaces) y Carlos Rodríguez-Maribona (Minube) están al frente de la empresa.
Un mercado valorado en más de 83.000 millones de dólares (70.951 millones de euros), el auge de las plataformas de entrega de comida a domicilio como Glovo, Deliveroo o UberEats; la certeza de ser los primeros en atacar este mercado en Europa, talento de Uniplaces y Minube y una caja millonaria para quemar. Estos son algunos de los ingredientes con los que las cocinas automatizadas de Keatz han decidido volcarse en su expansión por Europa tras haber recibido el respaldo económico de K Fund (Coverfy, Fortity, Goin), JME Venture Capital (Jobandtalent, Waynabox), Project A, Atlantic Labs y Ustuart.
Hace pocos meses que el grupo ha aterrizado en España de la mano de Joaquín Mencía (antiguo director general de Uniplaces en el país) y Carlos Rodríguez-Maribona (ex director de operaciones de Minube), pero ya trabaja en la apertura de su segunda cocina en Barcelona y de otras dos en la capital, en Madrid.
Keatz ha visto un filón en el negocio de la comida a domicilio, un sector que se ha visto aupado por el auge de plataformas online como Glovo, Deliveroo, Foodora, Uber Eats o Delivery Hero. Según datos de McKinsey, que en 2016 publicó el informe The changing market for food delivery, el tamaño del mercado de la entrega de comida a domicilio ascendía a 83.000 millones de dólares (70,93 millones de euros) en 2016, lo que representa el 4% sobre el total de comida a domicilio distribuida a través de restaurantes.
McKinsey estima que el negocio de los ‘new-delivery’ generará 20.000 millones en 2025
En los últimos años, el atractivo de este mercado ha provocado la aparición de dos tipos de plataformas online: los agregadores (que recogen toda la oferta online de los restaurantes) y los llamados new-delivery (que recogen las ofertas de distintos restaurantes y, además, proveen el servicio de entrega). Para estos últimos, McKinsey estima que su negocio generará más de 20.000 millones de dólares (17.093,1 millones de euros) en 2025.
El apogeo del canal online, además, también golpeará al sector de la alimentación. Las previsiones del estudio señalan que la realización de pedidos de comida a través de Internet crece a un ritmo del 25% en el periodo 2015-2018 y que, hasta 2020, anotará incrementos del 14,9%. “Si eres capaz de crear marcas medianamente potentes, tiene mucho potencial”, asegura Mencía a Kippel01.
Ante esta situación, Keatz ha decidido introducir un nuevo concepto en Europa: cocinas donde únicamente producen comida pensada por y para su entrega a domicilio. Con ello, se ahorran los costes asociados a un restaurante tradicional y se suben a la ola de las plataformas online de entrega de comida a domicilio. De hecho, la compañía alemana trabaja con todas las plataformas, a las que ofrece un abanico de diez marcas de alimentación.
Keatz prevé entrar en una veintena de nuevas ciudades en los próximos doce meses
El objetivo, señala Mencía, es extender este concepto a una veintena de ciudades europeas en los próximos doce meses. “Allí donde la penetración de las plataformas de entrega de comida a domicilio sea mayor”, apunta el directivo. Sólo en Europa, el sector del food delivery obtendrá unos ingresos de 28.346 millones de dólares (24.231 millones de euros) en 2018, y alcanzará un tamaño de 53.124 millones de dólares (45.412,3 millones de euros) en 2022, según Statista.
Una vez finalizada su incursión en Europa, el grupo no descarta probar suerte en ciudades de menor tamaño o en Latinoamérica. En los últimos meses, el continente sudamericano se ha convertido en la nueva casa de Glovo, mientras que México es ya el segundo mercado para Uber Eats, explica Mencía.
El directivo asegura que las cocinas de Keatz pueden ser rentables en unos ocho meses al eliminar los costes asociados a un establecimiento tradicional. Su modelo, que baraja unas diez marcas de alimentación, les permite adaptarse a las necesidades de los usuarios y a cubrir los picos de comida que los restaurantes no pueden evitar porque las salas están llenas.
Durante los próximos meses, la compañía tiene previsto como mínimo duplicar su plantilla, que a día de hoy asciende a un centenar de personas (incluyendo el personal de cocina). También invertirá una parte del dinero obtenido en “automatizar las cocinas al máximo”, en investigación y desarrollo, y en márketing.