‘Blockchain’ y el sector de los seguros: déficit de confianza, ‘know how’ y capacidad técnica
La tecnología de la cadena de bloques posibilitará que los proveedores de seguros implementen iniciativas digitales a gran escala, un objetivo inalcanzable hasta la fecha dentro de la industria.
El blockchain aspira a convertirse en una solución potenciadora del sector de los seguros. La tecnología de la cadena de bloques ofrece seguimiento transparente de activos, creación de registros, conservación de privacidad y confidencialidad, soporte mediante software para transacciones automatizadas y entrega de información en tiempo real. Todas estas características representan una oportunidad para hacer crecer a la industria aseguradora.
Así lo determina Boston Consulting Group (BCG) en su estudio The First All-Blockchain Insurer, en el que estima que un despliegue mundial del blockchain en las empresas de seguros ayudaría a generar más de 200.000 millones de dólares (171.185 millones de euros) de margen técnico sobre las primas brutas suscritas.
Debido a la naturaleza de la cadena de bloques, esta podría hacer posible que los proveedores de seguros implementen iniciativas digitales a gran escala, una meta que hasta ahora no se ha alcanzado. No obstante, es un camino al que le queda un largo recorrido. La implantación del blockchain en la industria requerirá que las empresas intercambien información, algo que no se antoja fácil teniendo en cuenta la forma en que estas compañías blindan los datos que almacenan.
El ‘blockchain’ requerirá que las compañías sean más abiertas a la hora de intercambiar datos
Los grupos que operan en el sector de los seguros se cuidan mucho de que no se produzcan fugas sensibles y siempre han guardado cierto recelo hacia los intercambios digitales, según BCG. En ese sentido, el blockchain aspira a hacer los planes de seguros más eficientes. La empresa en cuestión almacenaría todos los datos transaccionales relacionados con sus contratos en uno o más sistemas basados en la cadena de bloques, permitiendo que en muchos casos se automatizaran los procesos.
El estudio señala que cualquier intercambio de información con terceros podría implicar procesos manuales y trámites en el caso de las compañías que no utilicen blockchain, tal y como ocurre hoy día. En ese sentido, el uso de una herramienta como esta permitiría a las aseguradoras ser “más ágiles y reducir costes”.
Por razones como estas, se trata de una tecnología que cada vez seduce más al capital. La inversión mundial en soluciones de blockchain alcanzará los 2.100 millones de dólares (1.709,9 millones de euros) este año, más del doble que los 945 millones de dólares (769,5 millones de euros) invertidos en 2017, según IDC. En 2021, dicha inversión se elevará hasta 9.200 millones de dólares (7.491,6 millones de euros).
Las aseguradoras deberán disponer de una capacidad computacional elevada para usar ‘blockchain’
Para lograr adoptar semejante tecnología, las empresas de seguros deberán afrontar el reto de la escalabilidad y el poder computacional necesario. Los procesos mediante los cuales se aprueban de forma segura los intercambios son excesivamente exigentes en cuanto a capacidad técnica por parte del hardware. Por su parte, el software también requiere de cierta robustez, más aún en el caso de tener que procesar millones de transacciones.
Es por ello que BCG urge a las compañías del sector a comenzar a desarrollar ya las capacidades necesarias si pretenden apostar por el blockchain. Cada compañía ha de priorizar los casos de uso e iniciar un proceso de transformación en el área en cuestión. En este terreno, hará falta experimentar, algo que la mayoría de las veces choca con la cultura de la empresa.
No sólo eso. Es necesario un know how que, en la mayoría de ocasiones, escasea en esta clase de corporaciones, indica el estudio de BCG. La exposición de las aseguradoras al blockchain ha sido casi nula hasta la fecha, por lo que desconocen de qué forma esta tecnología podría ayudarlos estratégicamente, y pueden carecer de la experiencia técnica para establecer un proyecto piloto.