BYD anticipa inicio del uso demostrativo de baterías de estado sólido para 2027
BYD, pionero en vehículos de nueva energía, señala el 2027 como año clave para probar baterías de estado sólido y redefine el futuro del transporte.
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BYD, el mayor fabricante de vehículos de nueva energía del mundo, ha anunciado su expectativa de iniciar el uso demostrativo de baterías de estado sólido alrededor de 2027. Sun Huajun, CTO del negocio de baterías de la compañía, mencionó que la adopción a gran escala de esta tecnología podría no concretarse hasta después de 2030, durante un foro especializado en baterías de estado sólido.
En el contexto del sector, BYD se posiciona como el segundo fabricante de baterías de potencia, con una capacidad instalada de 153.7 GWh y una participación global del 17.2%. A pesar de su destacado papel, sigue a CATL, que lidera el mercado con una cuota del 37.9%.
Las baterías de litio líquidas cuentan con una densidad energética de 350 Wh/kg, y se espera que las baterías de estado sólido alcancen una densidad de 500 Wh/kg. Según Sun, las principales rutas tecnológicas en el desarrollo de estas baterías son el sulfuro, óxido y polímero, siendo BYD quien centra su investigación en los electrolitos de sulfuro, especialmente teniendo en cuenta el costo y la estabilidad del proceso.
La investigación de BYD en baterías de estado sólido comenzó en 2013, enfocándose inicialmente en evaluar rutas tecnológicas y materiales. Para 2016, la empresa logró verificar la viabilidad técnica de dichas baterías. En 2024, la compañía ya había lanzado prototipos y productos de prueba con capacidades de hasta 60 Ah, lo que marca un avance significativo hacia la industrialización de la tecnología.
A pesar de los avances, Sun destacó que el alto costo de los electrolitos de sulfuro se debe a su baja producción actual. Sin embargo, pronosticó que, a medida que se incremente el volumen de uso, los costos se reducirán, permitiendo que las baterías de estado sólido alcancen un nivel de coste comparable al de las baterías líquidas en el futuro.
En este contexto, el científico jefe de BYD espera que en un plazo de cinco años las baterías de estado sólido sean ampliamente utilizadas en la industria, haciendo hincapié en que la evolución en la producción y tecnología será clave para su implementación exitosa.