Competencia espacial: New Glenn y Starship buscan el contrato de 5.6 mil millones de dólares del Pentágono

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Competencia espacial: New Glenn y Starship buscan el contrato de 5.6 mil millones de dólares del Pentágono

Los recientes lanzamientos de los cohetes New Glenn y Starship revelan una intensa competencia entre Blue Origin y SpaceX en la exploración espacial.

Descripción

El reciente lanzamiento del cohete New Glenn, desarrollado por Blue Origin, ha sido considerado un éxito del 80% según las métricas actuales, aunque no logró recuperar su primer estadio. Por otro lado, el cohete Starship de SpaceX, en su séptimo lanzamiento, recuperó exitosamente el primer estadio, pero el segundo, la nave Starship, sufrió una explosión al regresar a la Tierra, lo cual se califica como un éxito del 50%.

New Glenn, que mide 98 metros de altura y puede transportar hasta 45 toneladas al espacio, utiliza una mezcla de metano como combustible, lo que lo hace menos contaminante. Sin embargo, la incapacidad de recuperar el primer estadio representa un desafío considerable, dado que la reutilización de los estadios de lanzamiento es fundamental para reducir costos significativamente.

El enfoque de Blue Origin, dirigido por Jeff Bezos, es similar al de la NASA, priorizando la búsqueda de lanzamientos exitosos desde la primera prueba. Por el contrario, SpaceX, bajo la dirección de Elon Musk, adopta un enfoque más experimental: prueba, falla, aprende y corrige. Esta metodología ha permitido a la compañía dominar el mercado de lanzamientos con un récord de 140 vuelos exitosos de su cohete Falcon 9 el año pasado.

La competencia entre New Glenn y Starship se intensifica en el contexto de un lucrativo contrato de 5.6 mil millones de dólares con el Pentágono. Aunque Boeing también busca un lugar en esta carrera espacial, el dominio actual parece ser entre estas dos potencias.

SpaceX, por su parte, insiste en la ambiciosa capacidad de Starship, que mide al menos 121 metros y puede llevar hasta 150 toneladas al espacio. El segundo estadio del Starship, que es crucial para la reducción de costos de lanzamiento, está diseñado para establecer una nueva era en la exploración espacial, facilitando además el envío de muchos satélites de Starlink.

A pesar de que el reciente fracaso de Starship representa un contratiempo, Elon Musk sigue enfocado en los planes para colonizar Marte y ejecutar la misión lunar del programa Artemis de la NASA, donde se espera, entre otros logros, que la primera mujer pise la Luna desde la llegada de esta nave. En este contexto, el aprendizaje de los errores se convierte en un componente vital para el futuro de los lanzamientos espaciales.