¿Crisis del iPhone? La demanda a la baja castiga a Apple en bolsa y sus proveedores reducen sus expectativas

La compañía ha logrado elevar la facturación por ventas de sus teléfonos móviles a base de subir los precios. El éxito de sus últimos dispositivos, sin embargo, no es el esperado y ha decidido reducir su producción.

Viendo la caída de casi el 21% que Apple ha registrado en bolsa a lo largo del último mes cabría pensar que la compañía de Cupertino está enfriando a los inversores. El iPhone acapara los focos después de que la empresa haya decidido recortar los pedidos de producción en las últimas semanas para los tres modelos lanzados en septiembre, los iPhone XS, XS Max y XR. ¿Existe una crisis en la línea de producto más importante de la tecnológica?

Lo cierto es que algo muy similar se vivió con uno de los teléfonos que la compañía lanzó al mercado el año pasado, el iPhone 8. Aquel terminal registró unas ventas por debajo de las anotadas por anteriores modelos del grupo: en las primeras semanas tras su estreno logró representar el 16% del total de iPhone vendidos en Estados Unidos, lejos del 43% que acaparó el iPhone 7 en el mismo periodo de 2016.

Ninguna alarma pareció encenderse en la sede de Apple, que acabó cerrando el ejercicio 2018 con un incremento interanual del 18% de las ventas netas por sus iPhone, hasta 166,7 millones de dólares (146 millones de euros). Asimismo, la empresa mantuvo el número de unidades comercializadas en línea con el año anterior, hasta un total de 217,72 millones de terminales. En ese sentido, el grupo ingresó más por casi las mismas ventas.

Apple ha caído  cerca de un 21% en bolsa en un mes al revelar que la demanda de sus iPhone era inferior a la esperada

Apple atribuye el crecimiento al aumento de precios en sus dispositivos móviles. La compañía de la manzana mordida ha encarecido el valor de venta de sus terminales año tras año. En los últimos seis años, el grupo ha catapultado el precio de sus iPhone un 91,8%. Paralelamente, las ventas han crecido progresivamente, siendo 2015 el año más exitoso del smartphone de la tecnológica con 231,22 millones de unidades comercializadas.

A pesar de ello, los inversores se han mostrado escépticos con Apple en las últimas semanas. En un mes, el valor unitario de sus acciones ha pasado de 222,73 dólares (195 euros) a 176,8 dólares (155 euros). Incluso su capitalización bursátil, que llegó a alcanzar el hito del billón en bolsa, ha bajado hasta 817.580 millones de dólares (664.430 millones de euros). Microsoft acecha: su valorización está ahora en 753.340 millones de dólares (662.342 millones de euros). El Nasdaq ha caído en el último mes cerca de un 8%.

Los analistas indican que la caída de Apple en el parqué obedece a que los nuevos dispositivos de la compañía no se están vendiendo según las previsiones. En las últimas semanas, la empresa ha reducido los pedidos de producción para los iPhone XS, XS Max y XR. La situación ha llevado a la tecnológica a reiniciar la producción del iPhone X, el producto icónico del año pasado, según The Wall Street Journal.

Los principales proveedores de Apple han rebajado sus estimaciones financieras dada la reducción de  los encargos

La baja demanda de los nuevos iPhone ha afectado también a los principales proveedores. El grupo taiwanés Foxconn, por ejemplo, ya ha asegurado que se prepara un “año muy difícil y competitivo”. El mayor ensamblador de smartphones de Apple anunció la semana pasada que buscar ahorrar 20.000 millones de yuanes (2.530 millones de euros) de los gastos previstos para 2019. Concretamente, el negocio relacionado con el iPhone tendrá que reducir gastos en 6.000 millones de yuanes (759 millones de euros) el próximo año.

Otros proveedores como Quorvo, Lumentum y Japan Display rebajaron sus estimaciones de beneficio trimestral y citaron entre las razones la reducción en los encargos de producción de Apple, que representa entre un tercio y la mitad de sus ingresos. También ocurre que la capacidad de los proveedores para calcular la demanda también se verá perjudicada por la reciente decisión de Apple de no informar sobre las ventas unitarias de su iPhone.