Elon Musk lanza Grok-3, un chatbot que promete superar a competidores como GPT-4 y Gemini 2 Pro
Elon Musk ha revelado Grok-3, un innovador chatbot diseñado para superar a líderes en inteligencia artificial con capacidades avanzadas en análisis de imágenes y respuestas rápidas.
Elon Musk ha presentado oficialmente su nuevo chatbot, Grok-3, que pretende competir con modelos de inteligencia artificial de renombre como GPT-4o de OpenAI y Gemini 2 Pro de Google. Este nuevo desarrollo busca destacarse especialmente por su capacidad para analizar imágenes y ofrecer respuestas rápidas a los usuarios.
Grok-3 ha sido entrenado utilizando más de 100.000 unidades de GPU H100 de Nvidia, lo que se traduce en 200 millones de horas-GPU de entrenamiento, una cifra que representa diez veces más que su predecesor Grok-2. Esta significativa inversión en potencia computacional permite un procesamiento de datos más veloz y preciso, lo que potencia su rendimiento en tareas complejas.
Durante la presentación, Musk y su equipo de xAI mostraron comparativas que evidencian cómo Grok-3 supera a otros chatbots populares en áreas clave como ciencias, codificación y matemáticas, calificando a este nuevo modelo de inteligencia artificial como "terroríficamente inteligente". Esto pone a Grok-3 en una posición competitiva fuerte frente a sus rivales.
Sin embargo, el acceso a Grok-3 no es tan sencillo como en otras plataformas de inteligencia artificial. Los usuarios interesados deben contar con una suscripción Premium+ en la red social X (anteriormente Twitter), la cual tiene un costo de 30 dólares mensuales o 300 dólares anuales. Esta barrera económica limita su disponibilidad en comparación con otras alternativas gratuitas, como DeepSeek, que no requieren pago alguno.
La creación del superordenador Colossus, que también es parte de la infraestructura detrás de Grok-3, refleja el compromiso de Musk por desarrollar tecnología de vanguardia en el campo de la inteligencia artificial. Colossus emplea más de 100.000 horas de GPU Nvidia para entrenar modelos, un esfuerzo que ha tardado apenas ocho meses en completarse y que pone a Musk en la carrera por liderar la inteligencia artificial en el futuro.