Jensen Huang de Nvidia estima que la computación cuántica tardará entre 15 y 30 años en llegar al mercado
Las acciones de la computación cuántica se desploman tras los comentarios de Jensen Huang de Nvidia, indicando que su comercialización podría tardar hasta 30 años.
Las acciones de las compañías especializadas en computación cuántica tuvieron una fuerte caída este miércoles en bolsa tras las declaraciones de Jensen Huang, fundador y CEO de Nvidia, quien afirmó que se espera que los ordenadores cuánticos tardarán entre 15 y 30 años en llegar al mercado. Durante una jornada de analistas de Nvidia, Huang explicó: "Si se dijera 15 años para computadoras cuánticas muy útiles, probablemente sería un poco temprano. Si dijiste 30, probablemente sea tarde. Pero si eligieras 20, creo que muchos de nosotros lo creeríamos".
En respuesta a sus comentarios, las acciones de Rigetti Computing se desplomaron un 49%, mientras que otras empresas del sector, como IONQ, D-Wave Quantum y Quantum Computing, también experimentaron caídas significativas del 41%, 46% y 47%, respectivamente. Estas pérdidas reflejan la desconfianza generada entre los inversores, quienes habían visto un repunte en el mercado a finales de 2024 gracias al lanzamiento del chip cuántico 'Willow' de Alphabet.
Huang aseguró que Nvidia busca desempeñar un "papel muy importante" en el desarrollo de ordenadores cuánticos, con el objetivo de acelerar su llegada al mercado. El chip Willow promete una reducción exponencial de errores, y logró realizar un cálculo de referencia estándar en menos de cinco minutos, un proceso que le tomaría a las supercomputadoras más rápidas de la actualidad 10 septillones de años, una cifra que excede la edad del Universo.
Esta novedad, lanzada el 10 de diciembre, es considerada un avance pivotal en el campo de la computación cuántica, ya que aborda uno de los desafíos más difíciles: la corrección de errores cuánticos, un objetivo perseguido durante casi 30 años. Las recientes caídas en el mercado representan una pérdida considerable de las ganancias que las empresas habían acumulado tras el lanzamiento de Willow.