Marte, hiperrealidad y ‘smart cities’: ¿cómo impactará la tecnología en el ser humano en 2038?
En 2024, los humanos habrán realizado las primeras misiones tripuladas a Marte. En 2030, la inteligencia artificial superará el test de Turing y en 2038, las personas estarán conectadas a Internet mediante tecnologías adheridas al cuerpo.
Ni la ciencia ficción ha sido capaz de plasmar el mundo que viene. El ser humano va camino de convertirse en una auténtica máquina, conectada a Internet y con las mismas capacidades smart que podría tener hoy en día un móvil. Esa es, al menos, una de las predicciones, y la inteligencia artificial, la realidad virtual, la realidad aumentada y la robótica tendrán mucho que decir al respecto.
Así lo determina la estadounidense Singularity University, ubicada en el Centro de Investigación Ames de la NASA, y cuyas predicciones en el informe Countdown to the Singularity plantean varios de los escenarios a los que se abocará la sociedad a causa de los avances tecnológicos hasta 2038. El primero de ellos llegará este año a través de la supremacía cuántica, un reto que afrontan gigantes como Google por crear un procesador con un margen de error tan reducido que supere a los actuales superordenadores.
La computación cuántica se basa en las leyes de la física cuántica, que se superponen a las normas de la informática. Según las predicciones de Singularity University, este mismo año se realizará la primera resolución de un cálculo cuántico imposible de simular mediante los supercomputadores clásicos.
En 2020, la inteligencia artificial estará capacitada para recomendar diagnósticos médicos
Este año también se implantarán las emociones en las inteligencias artificiales. Las compañías han identificado esta característica como un factor necesario para establecer un vínculo más humano y efectivo con el usuario. Esto hará posible que una persona grite enfadada el nombre de Alexa o Siri y estas contesten con un “por favor, no hagas eso, has herido mis sentimientos”.
En los próximos dos años, las redes 5G acogerán velocidades de conexión de entre diez y cien gigabits en smartphones, la inteligencia artificial se utilizará para ofrecer apoyo a los profesionales médicos, recomendando diagnósticos y terapias en la mayoría de los servicios sanitarios de Estados Unidos, y los primeros vehículos voladores despegarán en algunas ciudades del mundo.
A inicios de la próxima década, la impresión 3D será capaz de imprimir prendas de vestir y módulos para la creación de viviendas, de acuerdo con Singularity University. Los usuarios podrán viajar legalmente en vehículos autónomos por todo Estados Unidos y los juguetes para niños serán smart, de forma que llevarán incorporado el aprendizaje automático.
Además, los robots convivirán con familias de renta media y serán capaces de leer los labios, los gestos y contarán con reconocimiento facial. Estos también tendrán la capacidad para entender el contexto conversacional, por lo que podrán interactuar con las personas trabajando como recepcionistas y asistentes en tiendas minoristas.
En 2024, el ser humano pisará Marte tras haber realizado las primeras misiones tripuladas al planeta, se producirán diez millones de vuelos diarios por drones (los cuales repartirán paquetes), los vehículos eléctricos coparán la mitad de las ventas totales de coches y la conducción autónoma conquistará las autopistas. La manufactura comenzará a ser sustituida por la automatización y las tablets se repartirán de forma gratuita en las regiones de mayor pobreza como parte de un derecho a la información y al comercio electrónico.
La realidad virtual se convertirá, por otro lado, en una preocupación para algunos colectivos, puesto que algunas personas vivirán constantemente conectadas a otro mundo, de acuerdo con Singularity University. Los viajes comenzarán a perder peso ante las experiencias realistas de la realidad virtual, que será capaz de transmitir la sensación de estar en un lugar con gran verosimilitud.
En 2028, los robots tendrán relaciones mucho más humanas con las personas
En 2028, los coches eléctricos y autónomos representarán la mitad de los vehículos que circularán en los núcleos urbanos y los robots mantendrán relaciones más humanas con las personas. Estos cuidarán de los ancianos y serán funcionales para la higiene personal y la preparación de alimentos.
En la siguiente década, la inteligencia artificial superará el test de Turing, lo que significa que igualará o superará a la inteligencia humana en cualquier área. Múltiples compañías petroleras se habrán declarado en bancarrota ante el escaso uso de los combustibles fósiles y los nanorobots médicos ampliarán las capacidades inmunológicas de las personas.
Para 2038, los tratamientos de longevidad estarán disponibles de forma rutinaria y cubiertos por pólizas de seguros, extendiendo el promedio de la vida de la gente entre treinta y cuarenta años. Las ciudades inteligentes serán una realidad a escala global, funcionales con energía solar y con servicios ubicuos potenciados por la inteligencia artificial.
La vida cotidiana será, según Singularity University, irreconocible tal y como nos la imaginamos, puesto que la hiperrealidad formará parte del día a día del ser humano gracias a tecnologías adheridas al cuerpo. La realidad virtual y aumentada se acoplarán a lo que las personas verán en el mundo real, lo que hará que los individuos estén conectados en todo momento a la Red.