Microsoft Office se convierte en Microsoft 365 y muchos queremos volver a 1995
Microsoft ha renombrado su icónica suite Office a Microsoft 365, generando confusión y críticas por la integración de su nuevo Copilot en aplicaciones populares.
Microsoft ha llevado a cabo un cambio significativo en su suite de productividad, anteriormente conocida como Microsoft Office, que ahora se llama Microsoft 365. Esta decisión ha generado confusión entre los usuarios, dada la larga trayectoria de reconocimiento de marca que tuvo Office durante décadas. La compañía ha tenido que admitir el error, al tener que aclarar en diversas tiendas de aplicaciones que Microsoft 365 se refiere, en gran parte, a lo que antes se conocía como Office.
Además de este cambio de nombre, Microsoft ha intentado integrar su herramienta de inteligencia artificial, denominada Copilot, en aplicaciones populares como Word y Excel. Sin embargo, las críticas sobre la utilidad de esta herramienta han comenzado a surgir, enfatizando que su desempeño en tareas específicas ha sido inferior a las expectativas. Por ejemplo, al intentar que Copilot eliminara menciones de un rango de fechas en una hoja de cálculo, solo generó un manual sobre cómo presionar la tecla de eliminación.
Los expertos sugieren que esta integración de Copilot podría tener repercusiones negativas para la reputación de Microsoft, similar a lo que se ha observado con su motor de búsqueda Bing, el cual ha sido asociado con una calidad deficiente. La percepción de Copilot como una herramienta ineficaz podría afectar la imagen de otros productos del gigante tecnológico, que han sido reconocidos por su calidad y utilidad.
Asimismo, se critica que la implementación actual de Copilot no ofrece una diferenciación clara respecto a otras herramientas de inteligencia artificial como ChatGPT, limitándose a funciones bastante básicas. Esta falta de innovación y la precipitación en la adopción del nuevo branding han llevado a cuestionar la dirección estratégica de Microsoft, dando la impresión de que la compañía no tiene claro su enfoque en el mercado de la inteligencia artificial.
La reciente decisión de cambiar el nombre de su histórica suite de productividad y la integración de Copilot parecen haber sido pasos apresurados que podrían potencialmente poner en riesgo la relevancia y la imagen de productos que anteriormente gozaban de gran prestigio. A medida que el panorama de la inteligencia artificial avanza, Microsoft enfrenta el desafío de alinear sus innovaciones con las demandas y expectativas de los usuarios, sin comprometer la confianza que ha establecido a lo largo de los años.