Nodalblock y Signe crean una identidad digital cualificada en ‘blockchain’ con reconocimiento legal

Ambas empresas han llegado a un acuerdo para lanzar al mercado Qualif_ID, que supone la unión entre la trazabilidad e inmutabilidad de la cadena de bloques y el reconocimiento legal de la firma electrónica.

El blockchain avanza a golpe de innovación. La empresa especializada Nodalblock y la firma de seguridad Signe han desarrollado conjuntamente una identidad digital cualificada en la cadena de bloques que cuenta con reconocimiento legal. Qualif_ID significa la unión entre la trazabilidad e inmutabilidad del blockchain y el reconocimiento legal de la firma electrónica.

Esta tecnología permitirá la utilización de la identidad digital y la firma electrónica cualificada en el sistema por parte de administraciones públicas, instituciones, grandes empresas y gobiernos a escala internacional. Ello contribuirá a la prevención del fraude y al aumento de la confianza en los procesos de negocio electrónicos, indican ambas empresas en un comunicado.

Mediante este desarrollo, las compañías han adecuado la identidad digital generada en blockchain al marco regulatorio vigente y a los estándares internacionalmente reconocidos de firma electrónica cualificada, lo que permite evolucionar de la evidencia probatoria al total reconocimiento legal en caso de conflicto.

Nodalblock ha aportado su ‘expertise’ a esta fusión, que ayuda a aumentar la confianza en los procesos de negocio electrónicos

La firma electrónica cualificada sirve para demostrar la identidad del firmante, la integridad y la validez del documento firmado, dando la seguridad al receptor de que realmente ha sido suscrito por la persona que lo envía, sin que pueda ser cuestionada con posterioridad su firma y contenido.

Pilar Troncoso, vicepresidenta sénior de Nodalblock, destaca la relevancia de esta fusión tecnológica. “Es algo totalmente innovador porque, hasta la fecha, teníamos la firma electrónica, con validez legal pero que no podía garantizar la trazabilidad y la inmutabilidad de las transacciones de los documentos -señala la directiva-; por otra parte, teníamos blockchain que, a pesar de no contar con una regulación específica, sí otorga a la firma electrónica todas esas características que le faltaban”.