Varios países proponen prohibir redes sociales para menores de 15 años
Las redes sociales están afectando la salud mental de los jóvenes, provocando debates sobre posibles prohibiciones y regulaciones para proteger a los menores.
Las redes sociales, diseñadas para ser adictivas y polarizadoras, están teniendo un impacto negativo en la salud mental y el desarrollo de los niños, así como en su capacidad de concentración y salud visual. Estos efectos son aún más pronunciados en los adolescentes, quienes enfrentan un aumento en el acoso escolar y la presión social. Varios países están valorando implementar una prohibición del uso de redes sociales para menores de 15 años, argumentando que las grandes empresas tecnológicas están comprometiendo la salud infantil con sus técnicas adictivas.
Si bien la mayoría de las plataformas de redes sociales requieren que los usuarios tengan al menos 13 años para crear una cuenta, esta restricción es fácilmente eludible mediante la falsificación de fechas de nacimiento. Las empresas de redes sociales, que negocian con los datos de sus usuarios, crean perfiles detallados basados en su comportamiento en línea, lo que suscita preocupaciones sobre la privacidad de los menores.
Existen soluciones técnicas, como identidades digitales, que podrían ayudar a establecer controles más efectivos sobre la edad de los usuarios y limitar la cantidad de datos personales compartidos. Sin embargo, estas soluciones surgen un debate sobre quién debería regular estas plataformas: ¿el gobierno o las compañías mismas?
Las preocupaciones sobre la protección de menores en línea están en el centro de este debate, y muchos expertos indican que es necesario endurecer las regulaciones existentes. Aun así, se argumenta que un enfoque de prohibición puede limitar el derecho de los niños a participar en la sociedad y ejercer su libertad de expresión. Esta compleja situación plantea preguntas sobre quién debería decidir qué plataformas deben estar restringidas y cuáles no, así como la naturaleza de la intervención gubernamental en el acceso a la información.
La culpa no es solo de las tecnológicas
Los padres también tienen parte de responsabilidad. Regalar un smartphone a un adolescente de 13 años quizás no sea lo más apropiado. Actualmente, conviene retrasar ese momento tan crítico, ya que, cuando nosotros, los adultos de ahora, éramos niños o adolescentes, no necesitábamos este tipo de dispositivos, y ellos tampoco lo necesitan.
Si tienes una hija, ¿qué necesidad tienes de que le manden una foto inapropiada? ¿Para qué? Si eres padre de un muchacho, ¿qué interés puedes tener en que juegue a juegos que lo inducen a apostar en tragamonedas, casinos, etc.? Creo que ninguno. Si eres padre de un menor, ¿qué necesidad tienes de abrirle las puertas a toda la toxicidad que internet y, especialmente, las redes sociales generan? ¿Para qué? Retrasar este momento hasta los 16 años, cuando termine la ESO, parece una opción mucho más sensata. Antes de esa edad, no es necesario y puede ser perjudicial, e incluso extremadamente dañino, para su salud física y mental.
Pero aquí, sin duda, el elemento fundamental es la presión social. Por ello, conviene tejer alianzas con otros padres de compañeros de clase y grupos de actividades extraescolares para que puedas hacer "lobby" y tratar de retrasar este momento. Tal vez, en grupo, pedir ayuda a la escuela también sea una excelente opción.
Test de adicción a redes sociales
Te propongo algo: ¿tienes a tu cargo un adolescente menor de 18 años? En Kippel01 hemos creado este test de adicción a las redes sociales. Hazlo y valora si es un problema o no, y por qué no. Hazlo también tú y verás si tienes o no un pequeño problema debido a las redes sociales.