Qwen 2.5 de Alibaba Cloud logra 94 millones de descargas en solo tres meses
La competencia en inteligencia artificial se intensifica entre China y EE.UU. con el ascenso del modelo Qwen 2.5, generando preocupaciones sobre el avance tecnológico chino.
La competencia en el campo de la inteligencia artificial (IA) se intensifica, especialmente entre China y Estados Unidos, a medida que los modelos de IA chinos, como Qwen 2.5, ganan popularidad. En solo tres meses, este modelo ha alcanzado 94 millones de descargas, superando a otros modelos destacados, como Llama 3 y Gemma, lo que ha generado preocupación en algunos medios estadounidenses sobre el potencial avance de la tecnología china.
Qwen 2.5, desarrollado por Alibaba Cloud, destaca por su estructura de 1.5 mil millones de parámetros, lo que lo convierte en un modelo relativamente pequeño y adecuado para dispositivos de bajo rendimiento, incluidos smartphones de gama económica. Esto le permite operar sin necesidad de conectarse a servidores externos, lo que lo hace atractivo en regiones donde el acceso a tecnología avanzada es limitado.
A pesar de estos avances, China enfrenta importantes desafíos en su desarrollo tecnológico. Las restricciones de acceso a chips de vanguardia, como los de Nvidia, impuestas por el gobierno de los Estados Unidos, constituyen un obstáculo significativo para el progreso del país en el ámbito de la IA. Las grandes empresas chinas, incluidas Tencent y ByteDance, también están lanzando sus propios modelos de IA, pero el camino hacia la paridad con sus homólogos estadounidenses sigue siendo complicado.
Además, se ha informado que el ejército chino ha comenzado a utilizar una versión adaptada del modelo Llama de Meta para fines militares, lo que ha generado inquietudes sobre la aplicación de la IA en contextos bélicos. Esta situación refleja una tendencia hacia la utilización de la IA no solo en el sector comercial, sino también en ámbitos estratégicos y de defensa.
Aunque los modelos chinos se están desarrollando rápidamente, algunos analistas señalan que aún existe una brecha considerable en comparación con las capacidades de la IA estadounidense. Sin embargo, la dinámica de la competencia tecnológica entre ambas naciones sugiere que no se trata de una carrera corta, sino más bien de una maratón en la que se espera que el desarrollo tecnológico y las capacidades de implementación evolucionen de manera gradual y formidable.