Telefónica completa la eliminación de Huawei en su núcleo 5G en España
Telefónica completa la eliminación de Huawei de su infraestructura 5G en España al adjudicar a Nokia su núcleo de red, marcando un cambio geopolítico significativo.
Telefónica ha adjudicado a Nokia la última parte de su núcleo 5G, completando así la eliminación de Huawei de las infraestructuras críticas de telecomunicaciones en España. Este movimiento marca un hito en el proceso de destierro no oficial del gigante chino en el país, sin que haya sido necesaria una prohibición gubernamental explícita.
En 2019, Telefónica había elegido a Huawei como proveedor para su núcleo 5G, una decisión que en su momento resultó sorprendente. Sin embargo, las crecientes presiones internacionales, lideradas por Estados Unidos, han obligado a la operadora a cambiar su rumbo. Así, Telefónica anunció una estrategia multicore que, en la práctica, significó el principio del fin para Huawei en sus infraestructuras críticas en España.
La estrategia de sustitución requiere un enfoque cauteloso y meticuloso, siguiendo un calendario preciso por fases y regiones. Este proceso es fundamental para evitar cualquier interrupción del servicio a los usuarios durante la transición, que se estima tomará más de un año debido a la complejidad de modificar infraestructuras críticas.
Por otro lado, la salida de Huawei del mercado español se ha visto acelerada no solo por decisiones corporativas, sino también por políticas públicas. Aunque Huawei aún mantiene una presencia significativa en las redes de radio de algunos operadores, su exclusión de las ayudas públicas al 5G rural, bajo la exigencia del Gobierno de evitar "proveedores de alto riesgo", ha sido determinante. Esta decisión llevó a la compañía china a presentar una demanda ante la Audiencia Nacional.
El núcleo de red 5G es esencial para gestionar las conexiones y datos de los usuarios, convirtiéndolo en un componente crítico para la seguridad nacional. Este caso se presenta como un ejemplo claro de cómo la geopolítica puede influir en el mapa tecnológico de un país, sin necesidad de prohibiciones directas, simplemente a través de la presión de los actores internacionales.