The Brutalist y el debate sobre la ética de la inteligencia artificial en el cine
"The Brutalist" se consagra como un hito cinematográfico en 2024, ganando múltiples premios y generando un intenso debate sobre el uso de inteligencia artificial en su producción.
The Brutalist se ha convertido en una de las películas más relevantes de 2024, logrando destacarse al obtener el Globo de Oro a la Mejor Película Dramática, así como a Mejor Director (Brady Corbet) y Mejor Actor (Adrien Brody). Además, ha cosechado 13 nominaciones a los Premios Oscar, lo que pone de relieve su impacto en el mundo cinematográfico.
La trama de The Brutalist sigue la vida de László Tóth, un arquitecto judío húngaro que emigra a los Estados Unidos tras la Segunda Guerra Mundial. Esta narrativa no solo se centra en la reconstrucción de su vida, sino que también aborda la complejidad de la inmigración y el anhelo del ‘sueño americano’.
La película ha suscitado debates sobre el uso de inteligencia artificial (IA) en su producción, especialmente en lo que respecta a la pronunciación del húngaro por parte de los actores. Según el editor de la película, Dávid Jancsó, la IA se utilizó durante la postproducción para perfeccionar ciertos detalles, sin afectar las actuaciones de Adrien Brody y Felicity Jones, quienes trabajaron arduamente para captar el acento húngaro. Jancsó defiende que, aunque se usó tecnología avanzada, esto no significó un reemplazo de la actuación real, sino una mejora en la pronunciación.
El proceso incluyó el uso de ProTools, un software de edición de audio que integra funciones de inteligencia artificial para optimizar el sonido. Aunque se ha discutido la ética detrás de la utilización de IA en la actuación, Jancsó argumenta que su implementación se justifica al buscar resultados que se asemejen al habla nativa. “Soy hablante nativo de húngaro y sé que es uno de los idiomas más difíciles de aprender a pronunciar”, mencionó Jancsó, aludiendo a la complejidad del idioma y los desafíos enfrentados durante la grabación.
A pesar de las críticas sobre el uso de la IA, el editor sostiene que el enfoque de The Brutalist fue acertado al contar con un elenco que, aunque no lograba reproducir el acento con precisión, mantenía la esencia de sus actuaciones. Las mejoras fueron sutiles, limitada a correcciones en la pronunciación, buscando así que incluso los hablantes nativos no pudieran notar grandes diferencias.
En conclusión, The Brutalist no solo destaca por su narrativa, sino también por su uso innovador de la tecnología en la producción cinematográfica, abriendo un debate importante sobre el futuro de la industria y la integración de la inteligencia artificial en las artes. Mientras algunos se cuestionan su implementación, otros defienden que, cuando se utiliza éticamente, puede ser un recurso que complemente y enriquezca el trabajo de los actores.