De Santander a Evo: ¿cómo se adaptan los bancos al ‘seísmo’ digital?

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De Santander a Evo: ¿cómo se adaptan los bancos al ‘seísmo’ digital?

El European Payments Council está a punto de lanzar su sistema de transferencias instantáneas, mientras que BBVA construye su ecommerce para plantar cara a Amazon, y Banco Santander y Evo Banco cierran parte de su negocio físico para volcarse a la nube.

Descripción

Las grandes entidades bancarias han tomado una decisión que se les antojaba necesaria para sobrevivir en el entorno digitalizado. Bancos como BBVA, Santander, CaixaBank y Evo han decidido reinventarse y redirigir sus modelos de negocio hacia una conversión digital impulsada sobre todo por la generación fintech, así como los nuevos modelos de transacción virtuales.

Como todo lo que tiene que ver con tecnología, este movimiento basado en la Red exige cada vez más velocidad y más diversificación. Ante esta situación, ¿qué están haciendo los bancos en España? El European Payments Council está en vísperas de lanzar su sistema de transferencias instantáneas, BBVA se encuentra en un proceso de diversificación de su negocio y Evo Banco está a punto de eliminar el 90% de sus sucursales físicas para volcarse a la nube.

Las grandes entidades que lideran esta conversión en España son CaixaBank, BBVA y Banco Santander, las cuales se reparten el 81% de los clientes de banca online del país, de acuerdo con Eurostat. CaixaBank dispone actualmente de 5,6 millones de clientes en banca a través de Internet en España, de los cuales 4,1 millones (73,21%) operan mediante el smartphone. Su negocio por este canal se vertebra a través de imaginBank, un banco exclusivamente móvil, que permite realizar cualquier gestión eximiendo al usuario del desplazamiento hasta la oficina física.

Por otra parte, el banco que preside Jordi Gual ha reforzado su división de servicios móviles a través de acuerdos con las principales tecnológicas para lanzar los servicios de pago digital, como Apple Pay y Samsung Pay. La semana pasada, la entidad testeó el funcionamiento de su nuevo sistema de transferencias instantáneas desarrollado por el European Payments Council y que permite realizar transferencias de hasta 15.000 euros en menos de diez segundos. Los clientes de CaixaBank podrán enviar a otro un abono en tiempo real dentro del espacio europeo a partir del 21 de noviembre.

A este proyecto se sumará en enero BBVA, que también es uno de los bancos que está apostando por la digitalización con mayor ahínco: dedica actualmente 800 millones de euros anuales a esta estrategia. La compañía que preside Francisco González superó el pasado julio la franja de los veinte millones de clientes virtuales (un 40% del total) en todo el mundo. Para ello, BBVA ha implantado nuevos servicios de pago, como Alipay de la mano de Alibaba, y Android Pay, tras un acuerdo con Google.

Pero para BBVA todo eso no es más que otra división dentro del organigrama que está construyendo para convertirse en algo más que un banco. La entidad no sólo se dedicará a la oferta de productos financieros, sino que trabaja para convertirse en una plataforma más diversa en cuanto a servicios. La compañía ofrecerá productos relacionados con el entretenimiento, los juegos e incluso la salud; un proyecto ambicioso con el que BBVA quiere plantar cara a gigantes como Amazon en el terreno del ecommerce y a Netflix en el campo de los servicios audiovisuales on demand.

Por su parte, Banco Santander sube su apuesta por la digitalización año tras año, destinando alrededor de 1.300 millones de euros anuales en la implantación de tecnologías como la inteligencia artificial, el Internet de las cosas, el big data y el blockchain. Sobre esto último, la entidad está inmersa en un proceso de creación junto a empresas de diversos sectores, entre las cuales se encuentra CaixaBank, de una red de confianza basada en la seguridad y transparencia del blockchain. El proyecto, bautizado con el nombre de Alastria, es un consorcio colaborativo que pretende facilitar las transacciones a través de blockchain y su cabida dentro del marco legal español.

La estrategia de Santander pasa ahora por aumentar su clientela online, lo que le permite reducir costes en cuanto a servicios físicos. La compañía, que el pasado junio fichó a la ex Intuit Lindsey Argalas para pilotar la división de tecnología digital e innovación, tiene previsto captar 1,2 millones de clientes virtuales a finales de 2018, lo que se traduce en aumentar un 40% el número de usuarios actual. Sin embargo, este plan generará daños colaterales y supondrá el cierre de oficinas.

Menos oficinas, más ‘cloud’

Donde también han desaparecido oficinas es en Openbank la filial de Santander dedicada a la banca online, con la que la compañía que preside Ana Botín lleva trabajando desde 1995. El pasado junio, Openbank sufrió una reconversión, dejando atrás el negocio físico y pasando a estar compuesta únicamente por sucursales digitales y una infraestructura alojada totalmente en la nube.

Como consecuencia, el negocio físico de Santander se ha visto completamente afectado a causa de esta revolución digital. Un caso muy similar es el que viven los trabajadores de Evo Banco, que el pasado octubre vieron como la empresa cerraba 39 oficinas en España en pleno viraje hacia los servicios online, quedándose sólo con cinco sucursales y despidiendo al 90% de su plantilla.

Desde Evo aseguran que sólo el 5% de sus clientes van a las sucursales. Por ello, la empresa está inmersa actualmente en la puesta en marcha de un expediente de regulación de empleo (ERE) que puede afectar hasta 270 empleados, lo que supone cerca del 60% de la plantilla en España. Este movimiento contrasta con su competidor ING, que cuenta con 29 oficinas en el territorio y no tiene planes de cierres.

La compañía naranja continúa doblando sus apuestas por la digitalización y, este mes, ha fusionado a sus dos apps Twyp, que permite a los usuarios realizar pagos entre ellos, y Twyp Cash, que facilita que sus clientes puedan obtener efectivo en más de 4.000 tiendas españolas.  Ahora, la entidad ha abierto la posibilidad a sus usuarios de sacar dinero en efectivo de cualquier otro banco, como Bankia.

ING alcanzó en octubre un acuerdo con Bankia para que sus clientes puedan utilizar de forma gratuita los 5.168 cajeros que dispone este último, permitiendo retirar dinero a partir de cincuenta euros. En este aspecto, Bankia cobrará 85 céntimos a ING en cada disposición, un coste que no será trasladado a los clientes en las extracciones que superen esa cuantía.