Italia valida el modelo de Glovo: los ‘riders’ no son falsos autónomos
La justicia italiana reconoce la figura de colaborador independiente y defiende que los riders son “libres de elegir los horarios que más les convienen”. Desde la compañía esperan que esta sentencia siente precedente en Europa.
Espaldarazo al modelo laboral de Glovo. La justicia de Italia ha dictaminado que los repartidores de la start up no son falsos autónomos, por lo que valida la figura de colaborador independiente. Según la sentencia, “no existe sometimiento del colaborador al poder directivo, organizativo y disciplinario de Glovo”.
“Los colaboradores son libres de elegir los horarios que más les convienen sin que Glovo tenga ninguna implicación en la determinación sobre si tienen que reservar una franja horaria concreta”, especifica la resolución. Existe “la libertad de establecer la cantidad y la colocación temporal de la prestación del trabajo, los días de trabajo y de descanso, así como su número”, de acuerdo con lo recogido por el fallo.
Sobre el sistema de puntuación de la plataforma, el juez considera que “este sistema no conlleva la aplicación de sanciones aflictivas o limitativas de los derechos del colaborador, sino que sólo sirven para reorganizar la modalidad de coordinación para tener una gestión más eficiente de la actividad, que no pone en discusión la libertad del colaborador de elegir los días y horas de trabajo”.
La justicia italiana cree que “no existe sometimiento del colaborador al poder directivo de Glovo”
La directora legal de Glovo, Marita Rancé, ha expresado que desde Glovo se sienten “satisfechos” con esta sentencia. “Han entendido perfectamente nuestro modelo y esperamos que siente precedente en Europa y abra las puertas a resoluciones favorables en España”. La empresa ofrece su servicio de reparto de bienes a domicilio en las áreas urbanas de veintiún ciudades del país, entre ellas Barcelona, Madrid, Valencia, Zaragoza y Sevilla.
El mes pasado, España aprobó un real decreto-ley contra el uso fraudulento de la figura del autónomo. Las compañías de la denominada economía colaborativa están en el centro de la diana debido a su modelo laboral precario, tal y como lo han ratificado sentencias judiciales como la de Valencia en junio.