Seat: entre el fabricante y la plataforma para capturar al nuevo consumidor
El fabricante de automóviles está apostando por un surtido de servicios de movilidad con el que pretende captar al cliente que no quiere o no puede adquirir un vehículo en propiedad.
El negocio de la industria del automóvil apenas ha cambiado en sus más de cien años de historia. Históricamente, los fabricantes han vendido sus coches a clientes dispuestos a pagar para tenerlos en propiedad o, como mucho, han ofrecido servicios de renting y leasing a modo de alternativas. El panorama está cambiado radicalmente y Seat, empresa española perteneciente a Grupo Volkswagen, pisa el acelerador hacia un escenario digital en el que irrumpen los servicios de sharing y el coche conectado.
“Como marca puedes decidir si te olvidas de un cliente que no quiere comprar un coche o miras de hacer una plataforma para captar a ese cliente”, indica Fabian Simmer, digital officer de Seat, a Kippel01. La compañía está volcándose en crear una serie de alternativas de movilidad compartida con las que dirigirse a ese segmento que no pretende adquirir un vehículo en propiedad pero que necesita uno. En esta estrategia cobra protagonismo Xmoba, la filial que el fabricante creo el pasado febrero para vender servicios de transporte.
A través de esta, Seat trabaja en un agregador de servicios de movilidad que funciona a través de una aplicación móvil y que apunta a convertirse en uno de los principales puntos de entrada de aquellos clientes que no compren un coche. “Ahí queremos integrar servicios propios de movilidad, pero estamos abiertos a integrar sharings de terceros, ya sea de escúteres o de bicicletas”, afirma Simmer.
Seat está trabajando en un servicio de ‘ridesharing’ al más puro estilo Uber Pool o Blablacar
A esta iniciativa se suma Respiro, la start up de carsharing que la compañía compró a inicios de este año y cuyo servicio planea aterrizar próximamente en toda España más allá de Madrid y Palencia. Actualmente, su flota está compuesta por 250 vehículos y cuenta con alrededor de 16.000 usuarios. ¿Y el concesionario qué papel juega? “Es un partner que hay que integrar en el negocio del carsharing y de la movilidad”, afirma Simmer.
En ese sentido, Seat está definiendo aún el rol que tendrán los concesionarios en todo este ecosistema de servicios digitales. “El concesionario puede jugar un papel importante, por ejemplo, siendo la estación donde pasar a recoger un coche de carsharing y que se encargue del mantenimiento”, explica el directivo.
Dentro de la estrategia con Xmoba, la compañía española está creando una plataforma de ridesharing al más puro estilo Uber Pool o Blablacar, en el que el conductor puede compartir el trayecto con personas que están en la misma ruta. “Estamos desarrollando una app en nuestro laboratorio de software de Barcelona y ya hemos hecho un piloto con nuestros empleados”, declara Simmer, que asegura que Seat presentará a finales de este año una solución que se podrá probar. Además, el fabricante español ha asumido la responsabilidad de desarrollar esta plataforma para todo Grupo Volkswagen.
Esta serie de servicios de movilidad se antojan necesarios para una compañía cuyo cliente tiene, de media, diez años menos que el de cualquier otra empresa de la competencia, según Simmer. “Ellos son los primeros que se adaptan o que demandan compartir un vehículo y conectividad”, señala el digital officer de Seat. En ese aspecto, “un cliente joven que tiene una vida conectada espera entrar en un vehículo y encontrar un ecosistema digital”, apunta.
En 2015, Seat comenzó a integrar el smartphone dentro del coche a través de diferentes tecnologías. Android Auto, Apple Carplay y Mirrorlink son las más destacadas, y permiten que el fabricante de vehículos esté constantemente intercambiado información con gigantes del sector tecnológico, como Google y Apple. “Antes, la industria del automóvil era más cerrada y, en vez de integrar la solución de un partner, las empresas desarrollaban la suya propia, con lo que obtenían un número de usuarios inferior al que ya había en el mercado”, explica Simmer.
Ahora, en cambio, fabricantes como Seat han entendido que los gigantes digitales no son competencia, sino aliados, y la base de clientes de estos se convierte en un público potencial para sus servicios dentro del coche conectado. A finales de 2017, la compañía presentó el asistente virtual Alexa para sus vehículos después de que Simmer y su equipo negociaran con Amazon su integración. “La primera idea fue la de incorporar un Echo Dot dentro de un coche, pero lo descartamos al ser un producto que no estaba preparado para soportar las vibraciones y las temperaturas extremas”, indica el ejecutivo.
Seat cuenta con el asistente virtual Alexa, que Amazon lanzó en España a finales de octubre
¿Cuál fue la solución? La aplicación Media Control de Volkswagen. “Con esta app, los pasajeros de los asientos traseros pueden cambiar, por ejemplo, la emisora de radio, y vimos que esta era una puerta de entrada para integrar las funcionalidades de Alexa”, explica Simmer. El mes pasado, Amazon aterrizó su asistente virtual en España y Seat es uno de los socios que cuenta con esta tecnología de lanzamiento.
Alrededor de 350 personas trabajan en el desarrollo de iniciativas digitales en la compañía española, que también tiene el foco puesto en la conducción autónoma y el vehículo eléctrico. “Al sector le queda un largo recorrido si se compara con los gigantes de la industria digital”, apostilla el directivo. Las alianzas son clave para hacer realidad el futuro que vislumbra el sector, aunque no se vale todo. “Tampoco se le puede abrir la puerta a cualquier partnership, porque al final se trata de un vehículo que está en movimiento y hay que tener presente la seguridad”, opina Simmer.