Atrápalo vira hacia las experiencias y registra unas ventas de 330 millones en 2016

Atrápalo sigue los pasos de Airbnb y pone el foco en las actividades y experiencias en destino. La compañía española ha decidido ampliar sus servicios para engordar su negocio y continuar creciendo en los mercados en los que ya opera, en vez de lanzarse a la apertura de nuevos mercados.

El objetivo del grupo es dar oxígeno a su negocio, en el que la venta de vuelos y estancias de hotel representa el 70% de sus ingresos. El resto se divide entre la compra de tickets de espectáculos y ocio urbano, que copa el 25%, y otros servicios, con un 5%. “Cada vez hay más barreras de entrada dentro del sector de las agencias de viaje online, que está dominado por cuatro o cinco compañías”, explica Manuel Roca, cofundador de Atrápalo, a Expansión.

Según los últimos datos disponibles, Atrápalo cerró el año fiscal 2016 con unas ventas de 330 millones de euros. De estos, alrededor de un 27% del negocio se genera en el mercado español.

En paralelo al viraje hacia las actividades en destino, la compañía está buscando un nuevo socio que sustituya al fondo estadounidense Tiger, que posee el 30% de las acciones de Atrápalo y que desea desprenderse de ellas tras diez años en el accionariado. “Puede ser un fondo parecido a Tiger o, por ejemplo, un industrial o un empresario con intereses en América Latina”, ha explicado Roca.

Atrápalo fue fundada en el año 2000 por el propio Roca, Ignacio Sala, Ignacio Giral y Marek Fodor, que se ha desvinculado de la gestión del grupo pero se mantiene como accionista. La empresa cuenta con oficinas en España, Argentina, Colombia, Chile, Perú y México; y ha dado marcha atrás en los mercados brasileño, francés e italiano.