Cabify, operación récord: el grupo ultima una ronda de alrededor de 500 millones de euros

Cabify está a punto de despegar. Si en 2016 la empresa española pisó el acelerador a fondo al cerrar una de las mayores rondas de financiación registradas entre las start ups de España, ahora el grupo ha metido la directa y ultima el cierre de una inyección de capital de alrededor de 500 millones de euros.

Tal y como han confirmado diferentes fuentes del sector a Kippel01, la compañía que dirige el emprendedor Juan de Antonio ya ha conseguido captar la primera mitad de esta ronda de financiación y estaría muy cerca de conseguir cerrar la segunda mitad. El grupo, por su parte, ha desmentido la información.

Si bien no ha trascendido la identidad de los inversores que ya han suscrito la primera mitad de la ronda, algunas fuentes del mercado señalan que la compañía española podría haber recurrido a grupos del sector del automóvil e inversores internacionales. En los últimos meses, la empresa ha demostrado su interés por el avance de los vehículos eléctricos como los de Tesla.

Cabify ya habría conseguido captar la primera mitad de la ronda

El pasado febrero, el consejero delegado de Cabify ya adelantó que la empresa estaba pensando en levantar capital apenas doce meses después de haber dado captado 120 millones de dólares en una ronda de financiación liderada por el gigante nipón Rakuten. En esa operación, cerrada en abril de 2016, la compañía nipona se hizo con más de un tercio de las acciones de Cabify y elevó la valoración de la start up por encima de los 280 millones.

Desde que fuera fundada en 2011, la compañía de movilidad acumula un total de 146,5 millones de dólares de financiación y ha dado entrada en su capital a inversores como el fondo español Seaya Ventures, Rakuten y el inversor Kevin Laws (PacRim Ventures), según Crunchbase.

De conseguir finalmente estos 500 millones de financiación, Cabify habrá marcado un hito en la inversión en el sector español de start ups, marcado una inmensa distancia con grupos como Hawkers, que levantó 50 millones de euros, o Jobandtalent, que recibió una inyección de 38 millones de euros. La operación de Cabify también superaría a la inyección que recibió Privalia en 2011, cuando captó 123 millones de dólares por parte de varios fondos estadounidenses; o la de Scytl, que tres años atrás cerró una ronda de 104 millones de dólares.

La empresa prevé engordar su negocio en Barcelona cuando se liberalicen las licencias VTC

Cabify desembarcó en las calles de Madrid en 2011 con un servicio de transporte con chófer. Tras varios años consolidando su negocio en España, la compañía dio el salto a Barcelona a finales de 2016, que hasta ese momento se había convertido en un mercado difícil de alcanzar por la escasez de licencias VTC (licencias de arrendamiento de vehículo sin conductor) disponibles. En la actualidad existen unas 800 licencias operativas en Cataluña (la mayoría de ellas en Barcelona) y, para finales de 2017, se espera que se liberalicen cerca de 3.500 licencias nuevas.

Según las últimas cuentas depositadas en el Registro Mercantil, Cabify registró una cifra de negocio de 5,4 millones de euros en el mercado español en 2015, frente a 1,9 millones de euros que alcanzó en 2014. Por otra parte, el grupo, cuya sede está en Delaware (Estados Unidos) acumuló unas pérdidas de 1,3 millones de euros. La empresa, además, opera también en Latinoamérica, donde está presente en México, Perú, Colombia, Chile, Brasil, Panamá y Ecuador.

Los taxistas, en pie de guerra

Del mismo modo que Uber está inmersa en una batalla legal en el que el Tribunal Superior de Justicia de la Unión Europa debe decidir si es una compañía de tecnología (que se regiría por la Ley de la Sociedad de la Información) o si se trata de una empresa de transporte, Cabify se encuentra a la espera de que el juez de lo Mercantil número 12 de Madrid decida si su actividad cumple o incumple la normativa.

La empresa ya se libró de la suspensión de actividad cautelar que pendía sobre ella tras la demanda de la Federación Profesional de Taxis por competencia desleal en 2015. La plataforma de taxis acusó al grupo español de ejercer el mismo servicio que ellos pero con la ventaja de poder seguir circulando en vez de volver a su lugar habitual de estacionamiento. La resolución de la sentencia llegará en dos o tres meses.