Rodrigo Álvarez (Accenture): “Con ‘blockchain’ se está dando lugar a una nueva sociedad”

Rodrigo Álvarez es managing director de Accenture Interactive y responsable de blockchain. Licenciado en Ingeniería Industrial por la Universidad Politécnica de Madrid, el directivo ha trabajado en el área digital de empresas muy diversas, desde BBVA, donde pasó catorce años de su carrera, hasta la tecnológica Salesforce, donde lideró durante quince años el departamento digital. Álvarez recaló en las filas de Accenture España en septiembre de 2012, donde afrontó varios cargos de responsabilidad relacionados con el márketing y la banca digital. Para el experto, blockchain es una tecnología emergente con un enorme potencial. “La inmediatez, la rapidez y el contacto directo con la fuente de información son sus principales fortalezas”, afirma.

Pregunta: ¿Cuál es el impacto más inmediato que tendrá el blockchain en el mundo empresarial?

Respuesta: Para todas aquellas empresas que tengan que gestionar una amplia red de socios, el blockchain proporciona un camino para acceder a información irrefutable y en tiempo real. En otras palabras, lo que esta tecnología aporta es información en tiempo real de todos los procesos que pueda tener una compañía, lo que hace que la organización sea más eficaz y tenga una respuesta más rápida ante cualquier contratiempo. Además, supone un antes y un después a efectos de garantizar la trazabilidad e inalterabilidad de la información en la gestión de registros, un tema cada vez más importante para la defensa de la entidad y el servicio al cliente.

P.: ¿Cuál es el impacto más inmediato que tendrá para el usuario?

R.: Al suponer una ventaja en los procesos de la compañía, haciéndolos más ágiles y rápidos, el servicio que esta pueda dar a los consumidores será mejor y a un precio más competitivo. Esa mejora de servicios supondrá un nuevo paradigma para la gestión de la “confianza digital” de los clientes. Gracias a esta tecnología, los clientes tendrán la certeza de que la información es veraz.

P.: ¿Qué sectores se verán más beneficiados por la implantación de esta tecnología?

R.: El blockchain es una tecnología que puede tener un efecto directo en el sector privado, en empresas del sector logístico, el travel, la energía y, por supuesto, el financiero y el asegurador, pero también en el sector público, por ejemplo, con el uso de los datos de los ciudadanos de cualquier país. Con blockchain se está dando lugar a una nueva sociedad. Por ejemplo, en algunos gobiernos ya se está usando para la compartición de información sobre el proceso de “conoce tu cliente”, combatiendo de manera más eficaz el blanqueo de capitales y la financiación al terrorismo.

“Gracias a esta tecnología, los clientes tendrán la certeza de que la información es veraz”

P.: ¿Cuáles son los casos de uso más destacados que vemos hoy en día?

R.: En la industria alimentaria, por ejemplo, al usar blockchain como la única fuente de verdad cualquier empresa del sector puede identificar fuentes de riesgos potenciales, productos contaminados, partes defectuosas o vendedores fraudulentos y reaccionar rápidamente, mejorando así la velocidad operativa al mismo tiempo que se protege al público y se mitiga el riesgo corporativo. En el sector financiero, esta tecnología permite transacciones atómicas más rápidas con una transferencia simultánea de activos y fondos, lo que facilita una compensación casi instantánea, incluso elimina la conciliación y reduce el riesgo de liquidación. Y otro ejemplo, en el sector asegurador, cuando se trata de gestionar los siniestros, el blockchain acelera la tramitación y gestión entre aseguradora y cliente, mejorando la experiencia del usuario.

P.: ¿Las alianzas entre empresas serán cruciales para el despliegue de las soluciones de blockchain?

R.: Sin duda alguna, vivimos en un mundo cada vez más interconectado y eso implica también que las empresas se mueven en ecosistemas donde las alianzas van a ser claves. Y no sólo eso, también las relaciones contractuales, las compañías cada vez van a ser más compañeras de viaje.

P.: Se habla sobre cómo el blockchain reduce el tiempo drásticamente en múltiples gestiones, ¿esta es una de sus mayores ventajas?

R.: Desde luego, el ahorro de tiempo es una de las ventajas que tiene asociada. Y gracias a ese ahorro, se repercute en un mejor servicio que impacta directamente en el cliente y en el ahorro de costes de la empresa. El gigante Walmart, por ejemplo, redujo en un primer proyecto piloto el tiempo necesario para rastrear el tránsito de mangos de regreso a su fuente de origen de seis días a 2,2 segundos.

P.: ¿Cuáles son las principales fortalezas del blockchain frente a los sistemas convencionales?

R.: La inmediatez, la rapidez y el contacto directo con la fuente de información son las principales fortalezas del blockchain. Pero todo esto bajo un modelo colaborativo que permite reinventar los procesos de una compañía para ganar seguridad y eficiencia.

“Las empresas que no apuesten por ‘blockchain’ se van a quedar muy atrás”

P.: Una de cal y otra de arena, ¿de qué carece el blockchain que sí tienen los sistemas tradicionales?

R.: Todavía se trata de una tecnología emergente que cuenta con pocos casos desplegados en el ámbito empresarial que hayan testado su robustez y vulnerabilidad, pero se pueden visualizar algunas carencias que rápidamente están evolucionando, y que dependen de cada caso de uso y de cómo este se esté aplicando. Algunos reguladores han hablado de problemas de escalabilidad debido a su alto consumo energético. En algunos casos de uso, la velocidad en la resolución y ejecución de transacciones de forma concurrente, no se ajustan a la necesidad latente hoy en día en muchos ámbitos del mundo digital. Imaginemos, por ejemplo, su uso en el ámbito del nuevo márketing digital, que requiere ejecución masiva de cálculos casi en tiempo real.

P.: ¿Aquellas empresas que no apuesten por esta tecnología perderán ventaja competitiva frente a las que sí?

R.: Absolutamente. El blockchain va a suponer un cambio tan disruptivo en muchos sectores que las empresas que no apuesten por ello se van a quedar muy atrás, y es difícil que puedan competir con el resto que sí lo implementen. Si esperan a ver si esta tecnología funciona, puede que lleguen tarde. Para evitar riesgos, la implementación y uso de blockchain debe estar acompañado por una experiencia, conocimiento y por una clara metodología de trabajo.

P.: En cuanto a regulación, ¿qué falta por hacer para que el blockchain madure?

R.: Si bien los organismos reguladores y supervisores siempre han defendido ser tecnológicamente asépticos (esto es, regular servicios vs. tecnologías), últimamente han empezado a discutir cómo se podría regular blockchain con el fin de empezar a lanzar consultas públicas. Como ejemplo, la Finma (Swiss Financial Market Supervisory Authority) realizó recientemente una mesa redonda para aclarar las implicaciones de blockchain desde una perspectiva regulatoria. La Comisión Europea ha lanzado un observatorio y Foro de Blockchain para promover los actores europeos en esta tecnología. Además, los reguladores pueden facilitar el uso de blockchain a través del sandbox. Por ejemplo, Lituania ha creado un sandbox específico para start ups que trabajan con este tipo de tecnología e incluso entidades financieras españolas han pedido públicamente la creación de un sandbox para el desarrollo de blockchain. En España, el Tesoro está liderando esta propuesta, aunque en principio no estará centrada en blockchain sino en el ecosistema de nuevos players financieros en general.

P.: ¿En qué grado de madurez se encuentra esta tecnología en España respecto al resto de países? 

R.: España es uno de los países más avanzados en cuanto a la adopción de esta tecnología por parte del sector público y privado, donde el sector financiero sigue liderando con total claridad. Aun así, se requiere una mayor apuesta desde ambos ámbitos porque tenemos la oportunidad de ser líderes en este ámbito, lo que significa ventajas a nuestras empresas, y atracción de inversión y talento. Un aspecto muy importante a tener en cuenta es que ahora se da más importancia a los beneficios para el usuario final y para la empresa, y no a la tecnología en sí misma. Este es un paso muy importante para que la transformación y los servicios que puede ofrecer esta nueva tecnología puedan crecer y escalar de forma sostenible.