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La ‘era Netflix’: la guerra del vídeo 'on demand' suma rivales por la exclusividad

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La ‘era Netflix’: la guerra del vídeo 'on demand' suma rivales por la exclusividad

AT&T, Disney e incluso Apple sientan las bases de la nueva batalla por el negocio del vídeo on demand. La carrera por emular el éxito de Netflix también ha llevado a los grupos españoles a unir fuerzas para conquistar al nuevo consumidor digital.

Descripción

Ya se puede decir sin miedo a equívoco: ofrecer un servicio por una suscripción mensual es un modelo que funciona. El éxito de Netflix ha inspirado a múltiples empresas del sector audiovisual, que año tras año aumentan sus inversiones para conquistar y fidelizar al usuario digital con contenidos de sello propio. El tablero de juego se está llenando de jugadores, algunos incluso inesperados, con la entrada de Atresmedia, YouTube, Disney y Apple. El próximo año promete ser uno especialmente encarnizado en la industria.

Netflix tiene previsto incrementar sus producciones el próximo año, y hará hincapié en el contenido original europeo, que aumentará en un tercio hasta que represente más de la mitad del catálogo de la plataforma. La compañía prepara 221 nuevos proyectos en el continente, entre los que se incluyen series, documentales y películas. En España, el grupo pasará de dos programas propios a siete. En total, casi mil millones de dólares (883 millones de euros) en producciones originales en estos países.

Se espera que Netflix concluya 2018 con una inversión en contenido de 13.000 millones de dólares (11.479 millones de euros). A cierre de septiembre, la plataforma contaba con 137 millones de usuarios (78,6 millones internacionales y 58,4 millones de Estados Unidos). La contribución neta de todos ellos ascendió a más de 11.300 millones de dólares (9.978 millones de euros), una cifra envidiable para cualquier competidor.

Al otro lado del ring se encuentran Amazon Prime Video, que espera invertir 5.000 millones de dólares (4.415 millones de euros) en contenido este año, y HBO, que desembolsó 2.500 millones de dólares (2.208 millones de euros) en producciones audiovisuales en 2017. Este último afronta una nueva etapa después de que Time Warner, su matriz, fuese adquirida por AT&T el pasado verano por 85.000 millones de dólares (75.055 millones de euros).

Más allá de los tres típicos, los actores tradicionales de la industria han decidido mover ficha. AT&T lanzará en 2019 WarnerMedia, que el usuario podrá contratar mediante tres planes. El primero se trata de una suscripción para consumir películas, el segundo añade sobre el primer producciones originales y filmes de estreno, y el tercero brinda contenidos de HBO, Turner y Warner Bros, así como programación para niños y películas clásicas.

La entrada de AT&T en el negocio del streaming se ha producido a golpe de chequera. La deuda de la compañía se situaba en 180.000 millones de dólares (158.840 millones de euros) a cierre de septiembre, lo que la convierte en una de las empresas más endeudadas del mundo. Como no podía ser de otra manera, AT&T busca desinvertir en aquello que resulte prescindible. Los focos apuntan a la participación del 10% de WarnerMedia en Hulu, otro de los pesos pesados del sector audiovisual en Internet.

Hulu es también propiedad de Comcast, 21st Century Fox y Disney, cada una con una participación del 30%. La empresa pasará a estar controlada por el dueño de Mickey Mouse a principios del próximo año, cuando Disney obtenga el 60% del negocio una vez se complete la adquisición de la mayoría de los activos de Fox por 71.000 millones de dólares (62.693 millones de euros). La compañía está interesada en comprar las acciones que posee WarnerMedia por 400 millones de dólares (353 millones de euros).

La apuesta de Disney por la industria del vídeo en streaming no ha hecho más que comenzar. El grupo hizo oficial el mes pasado el nombre de su futuro servicio, Disney+, que llegará a Estados Unidos a finales de 2019. La plataforma, que aterrizará en otros países más adelante, incluirá películas propias de la factoría, además de las producciones de otros estudios de su propiedad, como Marvel o Pixar. A ello se suman los contenidos de 21st Century Fox, así como licencias de la envergadura de Star Wars.

Otro coloso estadounidense que ha decidido irrumpir con mano firme en el sector es YouTube. En los últimos años, el grupo ha invertido en la creación de contenidos de producción propia, conocidos como YouTube Originals. Hasta el momento, las series y películas de la empresa están disponibles únicamente para los usuarios de YouTube Premium, el servicio de pago de la plataforma que llegó a España el pasado junio.

No obstante, la estrategia de la compañía cambiará a partir del próximo año, cuando ofrecerá parte de su programación original de forma gratuita con publicidad para todos los usuarios. En ese sentido, YouTube mantendrá la exclusividad de otras producciones para los suscriptores premium. Será en 2020 cuando todas las series, películas y programas sean accesibles para todos con publicidad, reservando para los consumidores de pago el acceso anticipado a los estrenos y nuevos contenidos.

Y por si no fuera ya suficiente competencia, Apple se adentrará en la batalla del vídeo en streaming con una plataforma que apunta a estar disponible en la primera mitad de 2019. La tecnológica planea ofrecer su servicio sin coste para los usuarios que tengan sus dispositivos, ya sean iPhone, iPad, Mac o Apple TV. Asimismo, la empresa contempla añadir suscripciones a otras plataformas de vídeo on demand como HBO o Showtime.

Para Apple no bastaría sólo con eso y se habla acerca de una plataforma que incluiría un paquete completo con música y noticias incluidas. Sería la jugada que el grupo considera necesaria para ganar ventaja competitiva a la hora de aterrizar en este mercado. Para cincelar cada uno de estos servicios, la empresa últimamente ha adquirido empresas, como Texture y Shazam, y fichando a especialistas, como los ex Sony Jamie Erlicht y Zack Van Amburg.

Los gigantes españoles también emulan a Netflix

La carrera por emular el éxito de Netflix ha llegado a España. El hecho de que el consumidor del país sea cada vez más digital y esté cada vez más interesado en la oferta bajo demanda ha influido. Si en el segundo trimestre de 2016, casi un 90% de los hogares españoles aseguraba no usar ningún servicio de este tipo, el porcentaje caía hasta el 66% en el mismo periodo de este año, según los últimos datos publicados por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (Cnmc).

Movistar+ es la opción preferida por los españoles, con una cuota del 13,4%, seguida muy de cerca por Netflix, con un 12,5%. La competencia se ha apretado en el país y Rakuten, Vodafone TV, Orange TV, HBO, Amazon Prime Video, beIN Connect, Filmin y Sky se reparten un mercado en el que ganan mucho protagonismo las producciones extranjeras y los servicios importados.

En este escenario, las empresas del país no han querido quedarse atrás. El mes pasado, llegó a España LovesTV, un proyecto impulsado conjuntamente por Rtve, Atresmedia y Mediaset España. Se trata de un servicio que fue anunciado el pasado junio y ya ha sido desplegado por todos los televisores compatibles con la tecnología HbbTV (Hybrid Broadcast Broadband), un sistema que permite al televidente acceder a un menú extra con contenido a la carta.

El servicio es gratuito, integra contenidos de los tres grupos audiovisuales y está abierto a la incorporación del resto de operadores de la televisión digital terrestre (TDT). Entre sus funcionalidades, está la posibilidad de comenzar un programa desde el inicio y encontrar recomendaciones. Se espera que para finales de año esté disponible en más de dos millones de televisores en España.