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2018, el año en que las ‘corporates’ les tendieron la mano a las ‘start ups’

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2018, el año en que las ‘corporates’ les tendieron la mano a las ‘start ups’

Cada vez más gigantes empresariales apuestan por lanzar sus propios programas de aceleración o entrar en el capital de compañías emergentes. La banca destaca especialmente por encima del resto de sectores.

Descripción

Durante años, diversos gigantes empresariales españoles no supieron o no quisieron reconocer que las soluciones que proponen las start ups tecnológicas realmente podían ayudarles a adaptarse al nuevo entorno. No invertían tanto en ellas, ni establecían tantos lazos. Si algo se ha visto en los últimos meses es que eso ya ha quedado para el olvido.

Las corporates les han tendido una mano a las start ups en 2018, dejando más claro que nunca que la relación entre ambas partes es necesaria para progresar. Casi todas las empresas del Ibex35 siguen de cerca el escenario del emprendimiento y cada vez son más las que apuestan por lanzar sus propios programas de aceleración o que entran en el capital de start ups.

La banca destaca especialmente por encima del resto de sectores en su acercamiento a proyectos emergentes. Caixabank, a través de su gestora de capital riesgo Caixa Capital Risc; Banco Sabadell, con BStartup, y BBVA, por citar algunos destacados, están comprometidos con el potencial del emprendimiento tecnológico.

El año pasado, Banco Sabadell fundó Innocells, el hub de nuevos negocios digitales, y su corporate venture, Innocapital, destinado a realizar inversiones estratégicas de carácter tecnológico en negocios en fase seed, así como series A y B. A través de Innocells, la entidad entró este mes en el capital de la mexicana Undostres mediante una ronda de financiación de 121 millones de pesos mexicanos (alrededor de 6,5 millones de dólares). Se desconoce el importe aportado por el grupo.

Semanas antes, el hub de negocios digitales del Sabadell había invertido diez millones de dólares (8,7 millones de euros) en Base10 y había inyectado cinco millones de euros en Antai Venture Builder. En febrero, Innocells lideró una ronda de financiación de un millón de euros en Biometric Vox, que ofrece soluciones de autenticación biométrica por voz.

Cada maestrillo tiene su librillo. Por ejemplo, BBVA creó en septiembre una plataforma, bautizada como Open Marketplace, dedicada al encuentro y la colaboración entre empresas de tecnología financiera y start ups con el objetivo de que estas trabajen juntas para crear soluciones y resolver sus necesidades. Un mes más tarde, el banco se asoció con la firma de capital riesgo Anthemis para establecer una incubadora de proyectos en Londres.

Además de las entidades financieras, también están muy involucradas telecos como Telefónica, la cual rediseñó después de verano las bases de su aceleradora Wayra para apostar por start ups maduras. Wayra decidió elevar sus tickets de inversión hasta los 150.000 euros y respaldar a entre treinta o cincuenta empresas al año (antes invertía en cerca de un centenar de start ups cada año).

Otra novedad respecto al anterior modelo es la forma de invertir: la aceleradora ya no quiere invertir sola. “Acudimos a rondas de financiación”, aseguró Andrés Saborido, responsable de Wayra en España, en una entrevista con Kippel01 el pasado septiembre.

Dicho y hecho. En septiembre, Telefónica acudió a la primera ronda de financiación de la start up We are testers, especializada en investigación de mercados y conocimiento del cliente. La empresa, presente en el ecosistema de Wayra, recaudó 460.000 euros de la mano también de inversores corporativos y business angels.

Por tanto, Telefónica es consciente de que no puede avanzar sola en un escenario en el que cada vez es más común que los gigantes apelen a las start ups para dar con ideas disruptivas y agilizar su mecanismo. En este contexto, nació a finales del mes pasado Start4big de la mano de la propia operadora, Aigües de Barcelona, Naturgy, Seat y Caixabank.

Se trata de una iniciativa digital, global, abierta y multisectorial que busca que las empresas emergentes desarrollen soluciones y resuelvan retos con el objetivo de mejorar la experiencia de los consumidores. Cada una de las compañías que componen Start4big coinciden en que proyectos como este permiten a las grandes empresas acercarse al talento e incorporar sus mecánicas, al mismo tiempo en que los gigantes tiran de expertise para que todas esas ideas disruptivas se adapten al engranaje.

Propuestas multisectorales como esta demuestran que para ninguna industria es ajena la relevancia que ha adquirido la innovación tecnológica. Ferrovial, Acciona, Enagas, Endesa, Iberdrola, Indra o Mapfre trabajan en proyectos relacionados con la apuesta por las start ups. En eso 2018 ha sido especialmente importante en ese aspecto, porque incluso algunas de ellas apenas han comenzado a moverse plenamente en este entorno.

Por ejemplo, Mapfre lanzó este año la plataforma de innovación abierta Mapfre Open Innovation. A través de esta, la compañía ha puesto en marcha una aceleradora que colabora con start ups “para el lanzamiento de nuevos modelos de negocio que puedan incorporarse en el medio plazo a nuestras iniciativas estratégicas”, explicó José Antonio Arias, chief innovation officer del grupo, a Kippel01 el pasado octubre. En ese aspecto, la digitalización de los seguros se encuentra aún en una fase inicial.

Cobra relevancia dentro de las compañías el intraemprendimiento. Según explicó el pasado mayo Isabel Martínez-Monche, responsable de consultoría empresarial en Berepublic, se trata de “emprender dentro de la empresa y a cómo dotar a las personas que están dentro de la organización de las capacidades suficientes para actuar como si fueran emprendedores, pero sin el riesgo que implica serlo”.