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La plataforma de entrega de comida a domicilio de Uber prevé iniciar operaciones en la capital catalana en las próximas semanas, además de entrar en cuatro nuevas ciudades: Málaga, Sevilla, Valencia y Zaragoza.

La plataforma de reparto de comida a domicilio espera que la justicia demuestre la condición de autónomos de los riders, algo que ya ha sucedido en sentencias recientes en Reino Unido y Francia.

Ambas compañías se han asociado para para poner en marcha un servicio de ecommerce de comestibles en Japón, así como una plataforma de venta online de libros electrónicos y audiolibros en el mercado estadounidense.

El fabricante de chips anotó un beneficio neto de 9.601 millones de dólares en el ejercicio 2017 e incurrió en pérdidas de 687 millones de dólares entre octubre y diciembre.

El operador prevé alcanzar una cifra de negocio de 9,7 millones de euros, lo que supone una desviación negativa aproximada del 10% respecto al objetivo de 10,8 millones de euros. El resultado bruto de explotación (ebitda) del grupo estimado es de 160.000 euros.

La operadora de telecomunicaciones tenía previsto lanzar este servicio en el mercado español a mediados de 2018. El pasado julio, el grupo adelantó que crearía una filial en el país y que trasladaría a una parte del personal de Francia a España.

La sociedad estadounidense Maxi Mobility realizó una aportación directa a la firma Cabify Mobility International, domiciliada fiscalmente en Madrid. Esta última controla las filiales del grupo a escala global.

La compañía estadounidense ha comenzado a rebajar el número de trabajadores drásticamente. Apenas un 15% de los que fueron contratados en octubre permanecen como empleados en el almacén de El Prat de Llobregat.